La exhumación de la fosa común 113 del cementerio de Paterna no solo ha servido para sacar más de cuarenta restos de fusilados en la posguerra, pendientes de analizar y de ser identificados con el ADN. Está catalizando, además, el apoyo unánime de las instituciones valencianas a una lucha por la memoria que había estado huérfana de respaldo oficial hasta el momento. Ayer visitó la fosa 113 el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que asumió la petición realizada por la asociación de familiares de las víctimas de la fosa común, y anunció la intención del Consell de colaborar con otras instituciones para erigir en Paterna un memorial o centro de interpretación para todas las víctimas del franquismo. «No se puede permitir que desaparezca el relato histórico, porque sin relato histórico no somos nada», añadió. En su visita lo acompañó el presidente de la Diputación de València, Jorge Rodríguez, el alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, o la diputada provincial de Memoria Histórica, Rosa Pérez.

Construcción de monumentos

No es, por el momento, ningún proyecto cerrado. Pero la Ley de Memoria Democrática, que ultima su tramitación en las Corts y que servirá para costear la exhumación e identificación de las más de 300 fosas comunes valencianas, contempla una partida para este tipo de acciones.

En concreto, el anexo económico prevé una línea de subvenciones para la construcción de monumentos o elementos de recuerdo y reconocimiento de las víctimas, con 160.000 euros. También habrá otra línea de 50.000 euros anuales para la conservación y divulgación de los llamados Lugares de la Memoria Democrática, como el cementerio de Paterna, el llamado «Paredón de España».

El presidente de la Generalitat instó a las instituciones y asociaciones de víctimas a trabajar juntas con el objetivo de levantar la «hipoteca del silencio». Santi Vallés, portavoz de las víctimas de la fosa 113, agradeció la visita de Puig, solicitada a instancias de Presidència. También reveló que el presidente de las Corts les pidió «perdón» anteayer en nombre del Estado. Nunca, dicen, habían sentido tanto apoyo institucional. Y todos, al pie de la fosa.