El sindicato UGT ha atribuido a la «deficiencia de las condiciones de trabajo en las que se ven obligados a prestar sus servicios el personal de la oficina de la Seguridad Social de Catarroja», los motivos de la queja de una usuaria que aseguró que un funcionarió le pidió que se marchara porque su bebé no paraba de llorar. Además, el trabajador se habría dirigido a la mujer mientras esta daba el pecho a su hijo, lo que ha motivado las protestas de varios colectivos y que el Gobierno haya abierto un expediente para aclarar lo sucedido. «En este caso particular sería necesario una sala de lactancia, pero ni en estas ni en otras oficinas parece factible dado los escasos metros de superficie disponibles», aseveró el sindicato sobre las condiciones de la oficina.

Sobre lo sucedido el lunes, UGT explica tras recoger la información de los funcionarios del SEPE, que el bebé «sufría una crisis aguda de llanto, por una causa indeterminada. Es comprensible que a su madre, a los usuarios y al personal funcionario les produjera cierta crispación y dificultase el trabajo». Aún así, asegura UGT que el funcionario solo le pidió a la madre que «intentase calmar al niño y que si fuera necesario fuera a dar una vuelta». «En ningún momento se la expulsó de la oficina y fue atendida con normalidad», subrayó el sindicato.