Si cada vez es mayor la presencia de mujeres en ámbitos científicos en los que tradicionalmente habían sido relegadas, el camino no es fácil y esto aún no ocurre en un puñado de carreras. El ejemplo más claro es Ingeniería Electrónica Industrial de la Universitat de València (UV), ya que el 100 % de estudiantes que la solicitaron como primera opción eran hombres. No obstante, a pesar de esto, cinco mujeres han sido admitidas, al no entrar en su grado deseado y ponerla como «plan B». Según los datos de la Comisión de Preinscripción Universitaria, publicados el viernes, Ingeniería Informática en Tecnologías de la Información (Universidad Miguel Hernández) y Geografía y Ordenación del Territorio (UV), son los otros dos grados por los que el interés femenino es mínimo, ya que el 97,6 y el 94,4 % de las peticiones fueron de hombres: solo los han solicitado dos mujeres, una cada carrera.

Además de estas, Ingeniería Telemática (UV) y el nuevo grado en Ingenierías Interactivas de la UPV, junto a las ingenierías Eléctrica, y Electrónica y Automática Industrial, son las carreras preferidas por los hombres, que supondrán el 90 % del alumnado si los admitidos formalizan, finalmente, su matrícula. Esto en cuanto a las carreras que más jóvenes varones solicitaron que querían como primera opción. En cuanto a los admitidos (sea o no en su primera opción), la Ingeniería Informática en Tecnologías de la Información es la que más porcentaje de alumnos aceptados tiene (un 94 %: 47 hombres y tres mujeres), seguida de Electrónica y Automática Industrial (92 %). En Ingeniería Eléctrica, Informática y Electrónica Industrial los hombres son el 90 % .

Estos datos revelan que aún en 2017, a pesar del esfuerzo de las universidades y de campañas como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia y otras que se realizan en Primaria y Secundaria, cuesta que las mujeres se vean o den el paso de acceder a determinadas áreas cientificotécnicas tradicionalmente masculinizadas. La falta de referencias o los tópicos, son algunas de las causas, que se mantienen a pesar de políticas del Consell que, por ejemplo, priorizan becar a mujeres en estudios masculinizados (y también al revés), en caso de empate.

Por su parte, entre las mujeres, las carreras más deseadas se encuentran en las áreas de Letras, Comunicación o Educación. Ellas presentaron el 93,3 % de solicitudes para cursar Traducción y mediación interlingüística en francés (donde solo una de las 14 plazas de esta modalidad ha sido solicitada por un hombre). También con más del 90 % de presencia femenina están Educación Infantil, Logopedia, Terapia Ocupacional y Comunicación y Relaciones públicas. Otras carreras con mayoría de mujeres son Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Lenguas Modernas o Trabajo Social. Si se mira el número de plazas asignadas, Logopedia se convierte en la más feminizada y, además de Infantil, Pedagogía y Traducción, también están Educación y Trabajo Social.

Suerte dispar en la admisión

A pesar de que el 61,8 % de los preuniversitarios valencianos estudiarán lo que quieren, ya que han sido aceptados en su primera opción, no todos han tenido la misma suerte. El sistema telemático de preinscripción permitía a los jóvenes indicar hasta un máximo de 20 carreras, ordenadas por orden de preferencia. En total, 14.913 estudiantes de los 24.126 que realizaron la preinscripción, podrán matricularse en la carrera elegida, y 4.154 (17, 2 %) en la que pusieron en segundo lugar. En el resto de opciones, los porcentajes van disminuyendo, hasta llegar a aquellos que solo han tenido nota para ser admitidos en opciones remotas. En concreto, se trata de ocho personas aceptadas en la carrera que situaron en 16.º lugar, nueve en el 18.º y 19.º y tres en la última opción, la 20.º, a quienes los nervios en Selectividad, un desliz en una asignatura o haber ido a la fase extraordinaria de las PAU les pudo «castigar». Para todos aquellos que hayan quedado en lista de espera, aún queda la esperanza de las subastas.