«Elegir entre plazos o dar un buen servicio». Ese fue el escenario que planteó el diputado provincial socialista Toni Gaspar para justificar la presentación por vía de urgencia de una modificación presupuestaria de nueve millones de euros, que irán destinados al ámbito social, medio ambiental y patrimonial.

Estos nueve millones saldrán de los 33 que la Diputación de València tiene este año de remanente del ejercicio anterior y tras una negociación entre los socios de Gobierno al frente de la corporación provincial (principalmente entre PSPV y Compromís), serán distribuidos «siguiendo los criterios objetivos que se siguen en otros programas, como el SOM», según explicó la vicepresidenta de la diputación, Maria Josep Amigó. Se trata de, entre otras partidas, dos millones para el Plan de Inversiones Sostenibles (PIFS), un millón para el Teatre Principal, 100.000 euros para un proyecto de remodelación del psiquiátrico de Bétera, 400.000 euros para un programa de instalación de cajeros automáticos en municipios pequeños y 400.000 euros para la EMT. También se destinará medio millón de euros para las brigadas y 300.000 para medio ambiente.

El presidente Jorge Rodríguez destacó la «importancia» de la aprobación de los listados del Plan SOM, que «permitirá ya a los ayuntamientos poner en marcha las contrataciones de esas inversiones». Según Amigó, las negociaciones entre los socios de gobierno para decidir el destino de estos millones del superávit «han sido buenas, porque tenemos claro que hay que fomentar la autonomía de los ayuntamientos».

Unas negociaciones que se cerraron hace una semana y que, sin embargo, fueron planteadas como modificación presupuestaria «40 minutos antes del pleno», como criticó el diputado del PP Guillermo Barber. La bancada socialista defendió que se trataba de una cuestión burocrática para «llegar a tiempo» a la ejecución, a lo que los populares repusieron: «están haciendo un abuso de las mociones de urgencia».