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La Comunitat pierde presencia en 8 países

China, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Perú, Panamá y República Dominicana se quedan sin casas regionales de la Comunitat

La Comunitat Valenciana cuenta en la actualidad con 58 centros valencianos en el exterior, o también conocidos como casas regionales. Estos centros, de naturaleza totalmente privada, tienen como objetivos la difusión de la cultura valenciana y reunir a los emigrantes que salieron de la región para fomentar el arraigo con su tierra natal.

Las casas regionales surgen de forma espontánea desde grupos de personas procedentes de Castelló, València y Alicante que han trasladado su residencia fuera de la Comunitat y que desean mantener sus raíces y dar a conocer las tradiciones y valores culturales valencianos. Una vez se constituye esta institución, en la que también tienen cabida los descendientes de los emigrantes, deben solicitar a la Generalitat Valenciana el reconocimiento como Centro Valenciano en el Exterior.

Si la autoridad autonómica da su visto bueno, la casa regional pasa a integrarse en esta red de centros, lo que les da derecho a recibir subvenciones que les ayuden a llevar a cabo sus programas de actividades para ser instrumentos de participación en la vida social, cultural y política de la Comunitat Valenciana.

Estos programas de actividades son diseñados única y exclusivamente por cada uno de los centros. «Cada casa plantea las acciones que quiere desarrollar según su criterio - explica Lidia Guillem, vicepresidenta del consejo de centros- hay algunos que fomentan más el folclore celebrando las Fallas o les Fogueres e incluso haciendo paellas, y otros se inclinan por actividades como charlas de cultura valenciana o incluso enseñanza de la lengua».

En la actualidad existen un total de 58 Cevex en el mundo. Cuarenta de ellos se ubican en el extranjero y 18 en diversas provincias españolas. La Conselleria de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación tiene la competencia sobre estos centros y, tal como publicó Levante-EMV, tiene entre sus planes inmediatos la revocación del reconocimiento de centro exterior de 18 de ellos.

Centros sin «señales de vida»

La eliminación de estas asociaciones de la red de centros exteriores dejará a la Comunitat Valenciana sin representación en ocho países. Brasil perderá los dos centros que tiene en la actualidad, y en el caso de China, Colombia, Ecuador, Guatemala, Perú, Panamá y República Dominicana verán cómo la única casa valenciana con la que cuentan es expulsada de la red.

Lo mismo ocurre dentro del ámbito nacional puesto que los centros de Burgos, Málaga y Teruel han mostrado el mismo nivel de inactividad e imposibilidad de localización que sus homónimas en el extranjero.

La directora general de Transparencia y Participación, Aitana Mas, explicó a este periódico las razones que han llevado a la conselleria a pedir la retirada de la consideración de Cevex a estas casas regionales. «No podemos dejar que estas asociaciones mantengan ese estatus porque no mantienen ningún tipo de actividad y no hemos logrado contactar con ellos tras varios intentos en los últimos siete meses», explica Mas.

Otro de los aspectos que les llamó la atención es que estas casas regionales no solicitaban ninguna subvención a la Generalitat.

Así que, tras la reunión del consejo de Cevex el pasado enero, decidieron pedir ayuda al resto de centros por si «podían contactar con ellos o si sabían si estaban llevando a cabo alguna actividad cultural». Al no ser así, la conselleria no pudo notificarles el expediente administrativo de revocación y optó por su publicación en el BOE.

Según declara la directora general de Transparencia, en la actualidad la partida que se destina a las casas regionales asciende a 150.000 euros, un gran recorte teniendo en cuenta que cuando Rafael Blasco fue conseller de Solidaridad y Ciudadanía, se llegó a establecer un presupuesto de hasta un millón de euros.

Además desde conselleria han puesto límites en el uso de las ayudas públicas. No se permite que el dinero vaya destinado al pago de hipotecas de locales. Esto es consecuencia de la experiencia con una de las casas regionales de Barcelona que rehipotecó el edificio donde se encontraba ubicada por un millón de euros y destinaba las subvenciones a pagar esa deuda. «Tras esa mala praxis, somos muy estrictos con el uso del dinero», razona Mas.

Las líneas de financiación se dirigen a dos itinerarios: por un lado a la ayuda de desarrollo de actividades culturales y por otro, para el mantenimiento y adecuación de las sedes de estos centros.

Necesidad de renovación

Tal como afirman Mas y Guillem, «cada asociación es un mundo», pero hay algunas de ellas que realizan funciones de apoyo a los valencianos desplazados que bien podrían ser propias de una embajada.

La Casa Regional Valenciana de París, fue fundada en 1947 y mantiene su naturaleza de auxiliar a los emigrados aunque con servicios adaptados a la realidad actual. «Ayudan a los recién llegados a abrir cuentas bancarias, les guían en temas burocráticos y de búsqueda de trabajo e incluso dan soporte a estudiantes Erasmus», comenta Guillem.

La necesidad de un cambio en las funciones parece acuciante ya que hoy en día las inquietudes de los emigrados han cambiado. «El perfil de la gente que se va de la Comunitat es diferente. Son más jóvenes, están conectados con internet y la sensación de lejanía no es tan grande por las numerosas conexiones de transporte que hay», comenta Aitana Mas.

Animar a la creación de centros

Al revisar el mapa de la localización de centros regionales, puede resultar llamativa la ausencia de estos en ciudades como Londres o Dublín, destinos muy solicitados por los jóvenes que se han visto obligados a emigrar por la crisis económica.

Esto se debe, entre otros factores, a la falta de interés y tiempo de las nuevas generaciones. Por ello, desde Transparencia tienen planeado llevar a cabo algún tipo de campaña en algunos países para impulsar la idea de crear asociaciones e informar sobre las posibilidades de fundar este tipo de centros. «Todavía no tenemos plazos temporales, pero es un proyecto que nos gustaría realizar. Además de la fundación de centros -matiza Mas- queremos que la gente sepa que existen los Cevex y que puede recurrir a ellos cuando lo necesiten».

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