Empezó un curso de formación del Servicio Valenciano de Ocupación y Formación (Servef) pero se quedó a medias. Sebastián Pedroza «persigue» desde hace dos años el certificado de profesionalidad de Servicios de Control de Plagas, un «carné verde» que le permitiría trabajar en cualquiera de las ofertas que tiene desde hace meses encima de la mesa. Realizó los módulos formativos del 15 de abril al 12 de junio de 2015 y le dieron el correspondiente certificado. Debía realizar las prácticas no laborables del 15 de junio al 26 de junio del mismo año, pero no fue así. La entidad que impartió la formación le emplazó a los meses de invierno alegando que «en verano tenían mucho trabajo y los profesionales no podían dedicarse a formar a nadie». Eso es lo que afirma Sebastián, aunque la empresa que realiza los cursos le ha dado una versión bien diferente al Servef, que es quien concede la subvención para la realización de los mismos, y asegura que «el alumno tomó la decisión de no realizar las prácticas por temas laborales».
Sebastián Pedroza, sin embargo, niega haber rechazado realizar las prácticas, acusa a la empresa de ocultarle la verdad al Servef y afirma que esperó hasta el invierno para contactar con la firma para realizar las 80 horas de prácticas que tenía pendientes.
Pero llegó Navidad y no hubo novedades. Pasó un año completo y seguía sin realizar las prácticas así que, tras presentarse puntualmente dos veces al mes en la empresa en cuestión y recibir «respuestas de lo más variopintas», interpuso una reclamación en el Servef ya que, finalmente, la empresa le comunicó «que no podía hacer las prácticas hasta la realización de otro curso y que debía tramitar la petición al Servef por el seguro de responsabilidad civil».
Como la empresa no le facilitaba dónde hacer las prácticas, Sebastián contactó con otras firmas que estaban dispuestas a que las realizara con ellos. Pero tampoco. Cansado y enojado presentó la pertinente reclamación en el Servef. En el escrito, Sebastián explica su caso y alega que esta situación «me ha generado perjuicio a mi situación laboral».
El hombre esperaba una repuesta del servicio que gestiona los cursos de formación del Servef, pero no fue así. Así que, tras averiguar quien era el responsable de los planes de formación del Servef, subió a verle a su despacho.
«En la reunión mantenida, el funcionario fue honesto al reconocer su poco interés por mi reclamación», explica Sebastián, en una reclamación presentada el 16 de octubre de 2016. Luego, denunció al funcionario en cuestión, con nombre y apellidos, en el Ayuntamiento de València, por «omisión del deber de funcionario público, silencio administrativo con perjuicio económico y lucro cesante».
Tras dos años esperando la realización de las prácticas de un curso que, en teoría, se resuelve en seis meses, llegó al respuesta del Servef. Fue el pasado 10 de mayo, siete meses después de la reclamación presentada en octubre de 2016.
Fecha tope
En la respuesta, el Servef reconoce que a Sebastián le quedan por realizar las prácticas no laborables y explica que «estos cursos tenían como fecha tope de finalización el 30 de junio de 2015 según establece el artículo 2.11 de la Orden 23/2014, de 16 de julio, de la Conselleria de Economía, Industria, Turismo y Empleo, por la que se convocan subvencione públicas para la realización de planes de formación profesional para el empleo».
Eso sí, el escrito asegura que «con el fin de que usted pueda completar el certificado de profesionalidad detallado, la entidad que impartió dicha acción formativa va a solicitar la programación por la vía no subvencionable del módulo de prácticas no laborales del certificado de profesionalidad del Servicio de Control de Plagas». Y concluye: «En el momento en el que el órgano competente autorice la impartición de ese módulo, la entidad se pondrá en contacto con usted para la realización del mismo».
De esta manera, el Servef arbitra un procedimiento extraordinario para poder facilitarle este trámite ya que fue el único alumno del curso que se quedó con las prácticas por hacer.
