José Manuel Orengo quedó fuera el pasado fin de semana de la cúpula del PSPV. En el congreso de Elx se le vio relajadao y ajeno a las tensiones de cónclaves anteriores. No era su partida. Pero su alejamiento del organigrama socialista no quiere decir que Ximo Puig no cuente con una de las personas que más le ha ayudado a estar donde hoy está, en la secretaría general del partido (por segundo mandato) y en la presidencia de la Generalitat. El exalcalde de Gandia se incorporará hoy mismo, si no media sorpresa, al equipo de trabajo de Puig en el Palau. Ocupará un puesto de asesor.

En la forma, Orengo estará dedicado a las relaciones institucionales, la misma función que desempeñó en la ejecutiva del PSPV entre 2012 y 2016, cuando la abandonó por unas imputaciones judiciales (dos en Gandia más una declaración por Imelsa ante la Guardia Civil) que quedaron luego en nada. En virtud de ese cargo y de la afinidad a Puig, fue uno de los actores socialistas (junto a Ciprià Císcar y Alfred Boix) en la negociación del acuerdo de gobernabilidad con Compromís y Podemos.

Orengo ya fue recuperado a principios de julio por el líder del PSPV para la campaña de primarias que le enfrentó al sanchista Rafa García y que acabó con la victoria del jefe del Consell. El exnúmero tres de los socialistas valencianos fue también el responsable de la campaña de primarias abiertas para la candidatura del PSPV a las elecciones autonómicas de 2015. Entonces, Puig se impuso a Toni Gaspar.

Tras esos comicios, Orengo fue enviado por Puig a la Diputación de València (institución que conocía desde la oposición) como jefe de gabinete del joven presidente, Jorge Rodríguez. Se fue en febrero de 2016, después de los cambios decididos por Rodríguez en la dirección de Imelsa.

El exalcalde de Gandia volvió a ser actualidad en marzo, con los primeros pasos de Cical, un instituto de investigación sobre administración local que impulsaba y que se convirtió en objeto de polémica al ser calificado de «chiringuito» financiado por el Consell.

Misión para Àpunt

Orengo ha optado por apartarse del proyecto y, tras el éxito en la campaña de primarias, Puig lo recupera ahora para su equipo como persona de su total confianza de cara a la fase final de la legislatura.

Al margen del título de relaciones institucionales, algunas fuentes sitúan la misión del exalcalde en una reorganización del equipo de Presidencia con el fin de relanzar proyectos pendientes o que no terminan de rodar al 100 %. Se da por hecho que tendrá que intentar normalizar las relaciones con el consejo rector y los dirigentes de la Corporació Valenciana de Mitjans con el fin de que Àpunt esté en las antenas lo antes posible.

Según el entorno de Orengo, la ocupación en Presidencia es temporal, ya que el exalcalde planea un futuro fuera de la política a medio plazo.