La degradación de la Casa de los Dulces, conocida también como «la casa de los caramelos», ha obligado al Ayuntamiento de València a enviar a las Corts dos providencias en el último mes para que actúe en el edificio, propiedad de la Generalitat. Aunque la mesa del parlamento ya acordó el pasado mes de abril trabajar en la fachada del inmueble debido a su deteriorado estado, no ha sido hasta el pasado 27 de julio cuando se aprobó licitar las obras.

Los trabajos, que arrancarán en breve y cuya duración será máximo de dos meses, según el pliego de condiciones, irán destinados a la conservación y mantenimiento de la fachada, pero no a la rehabilitación en sí de todo el edificio. Es pues, la primera fase de la obra integral que se deberá acometer.

De este modo, los arquitectos de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio han planificado simular los huecos o escaparates existentes en la emblemática planta baja «por medio de la colocación de unas serigrafiase que denoten la proporción y ubicación exacta en donde deberán situarse los escaparates». Por ahora, se hará «un frente ciego cerrado». Todo ello previa demolición de las rejas enrollables, los escaparates y todos los elementos que invaden la linea de fachadas, así como las marquesinas.

Esta intervención se complementará con la «colocación de una plancha grecada en voladizo que sirve para proteger a los viandantes de posibles caídas», se apunta en el informe de las Corts que da luz verde al proyecto y al que ha tenido acceso Levante-EMV. El resto del edificio se mantendrá protegido por la red existente para evitar desprendimientos de pequeños materiales y evitar el acceso de palomas al interior del mismo.

El proyecto ha sido adjudicado a Fomento Valencia Mantenimiento y Limpieza SAU por un valor de por 28.399 euros. La conocida como casa de los caramelos cerró en julio del año pasado, cuando las Corts dejó de prorrogar el alquiler.

Será la Cámara la que se haga cargo de los trabajos de rehabilitación para que el inmueble se destine a «uso social», aunque la futura RTVV también ha pedido un espacio en este edificio para construir un plató y una pequeña redacción «parlamentaria».