Colomer (Benicàssim, 1966) es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación y tiene un máster en Derecho Internacional. Fue profesor de Ética y ahora tiene la misión de rearmar la marca socialista.
Tras una jornada matutina en Alicante en su labor de secretario autonómico de Turismo llegó ayer a la sede de Levante de Castelló. Es secretario del PSPV de Castelló desde 2008, un cargo que no revalidará tras acceder a la ejecutiva de Ximo Puig.
¿Qué cometido le han encomendando en el área de Preparación del futuro?
La preparación del futuro es un nombre muy inspirador y tiene que ver con la necesidad de reinventar la política y las recetas ante un cambio permanente del mundo. El socialismo nació en la primera revolución industrial para resolver las injusticias; ahora estamos en la cuarta revolución en la que todo cambia más deprisa, de tal manera que nosotros deberemos evitar que se produzcan las tiranías.
¿Cómo se concreta a nivel del PSPV?
Tenemos el hecho diferencial de los desafíos del federalismo, la financiación y el modelo económico. Mi responsabilidad es una especie de laboratorio de ideas; hemos de hacer un área permeable y aprovechar el pensamiento crítico disponible dentro y fuera del partido para recuperar la política como algo transformador.
¿La profundización en el valencianismo supone un órdago a Ferraz?
No me consta, cuanto más fuerte sea el PSPV más fuerte será el PSOE, que ya reivindica la plurinacionalidad y asume la diversidad desde una manera armónica. El federalismo resuelve la ecuación de la igualdad de derechos y libertades con las particularidades de la condición humana y de los territorios.
¿Considera que el partido está muerto como sostiene el candidato Rafa García?
No está muerto, pero el partido ha de estar siempre despierto, en guardia, activo. No estamos aquí para gestionar la rutina, pero no está muerto. Si alzas la mirada ves que tiene una hornada de alcaldes y la Generalitat después de 20 años. Ciertamente en un escenario plural, hemos de acostumbrarnos, no estamos solos en el mundo del centro izquierda, y hemos de saber liderar esta política plural.
¿Por qué el PSPV ha perdido apoyo electoral frente a Compromís y Podemos?
El socialismo viene del siglo XIX y ha vivido todo tipo de circunstancias; es posible que ahora acuse cansancio y por eso hemos de reinventarnos. Los valores de la Revolución Francesa continúan en vigor, pero el instrumento -los partidos- es lo que está en crisis. Ahora es el momento de rearmar la marca para generar emoción y credibilidad.
¿Será operativa la ejecutiva con 74 integrantes?
Hay varios niveles; uno más ejecutivo, un segundo es una especie de plenario y luego hay un Consell Institucional. Ahora todo el mundo tiene una responsabilidad concreta.
La división de familias parece que no acaba de superarse...
Esto es lo viejo, hemos de hacer una reflexión profunda para superar la estructura artificial de divisorias, de muros mentales que no tienen ningún apoyo serio ni solvente. El tema de las sensibilidades es artificial.
¿Ximo Puig erró cuando apoyó a Susana Díaz?
Hizo lo que consideró más conveniente, y a partir de ahí todo el respeto aunque se discrepe. Luego, es una persona que pidió perdón. Me fío antes de las personas que piden perdón de las que dan certificados de pureza ideológica a los demás.
¿Qué recuerdos tiene de su enfrentamiento con Carlos Fabra en la diputación de Castelló?
Fueron 50 plenos muy duros en un ambiente muy hostil, pero no le guardo rencor.
Le llamaba el filósofo...
Sí, para menospreciarme. Siempre, para menospereciar
