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La invasión del mejillón cebra avanza hacia el sur aprovechando el Júcar-Vinalopó

El último inventario de la Confederación Hidrográfica sitúa el molusco en los ríos Mijares, Magro y Júcar, y en los grandes canales

La plaga del mejillón cebra se expande por toda la cuenca del Júcar y amenaza las instalaciones de regadío y abastecimiento situadas en grandes infraestructuras para el transporte de agua como el canal Júcar-Turia o la Acequia Real o el trasvase Júcar-Vinalopó.

Las larvas de este molusco, «una de las diez especies invasoras más dañinas del planeta», según admite el Gobierno, ya han colonizado también todo el trayecto del trasvase Júcar-Vinalopó, por el que ni siquiera pasa agua regularmente.

Según la respuesta parlamentaria del Gobierno a preguntas del senador Jordi Navarrete, de Compromís, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) está)está preparando un Plan de Choque en el marco de la Estrategia Nacional para el control del mejillón cebra.

El citado plan, incluido en el Plan Hidrológico del Júcar de 2016, preveía algunas medidas que han sido desbordadas por los acontecimientos como la instalación de una estación de control de la larva del mejillón cebra a la salida del túnel de la Escala, por donde pasa el agua del regadío del Canal Júcar-Turia, parte del caudal destinado macrosistema de riego por goteo de la Acequia Real del Júcar, el agua del abastecimiento de Valencia y el metro cúbico asignado a Sagunt.

Según el último avance sobre la situación actual de la plaga elaborado por la CHJ con fecha de junio de 2017, el mejillón cebra, bien con ejemplares adultos o en forma de larva está presente en todo el trazado del Júcar desde el embalse de Embarcaderos (Cofrentes) hasta su desembocadura en Cullera, incluyendo el complejo y el depósito hidroeléctrico de Cortes-la Muela, el citado canal Júcar-Turia y el trasvase Júcar-Vinalopó.

Además está presente en el río Magro- desde el embalse de Forata hasta su desembocadura en el Júcar-, y en el río Mijares desde el embalse del Sichar hasta el mar Mediterráneo.

Plan de choque

El Plan de Choque, según la respuesta parlamentaria ofrecida por el Gobierno al senador de Compromís, incluye investigar y catalogar las masas de agua según su grado de afección actual, actuaciones para posibilitar la alerta temprana y la monitorización de la plaga, posibles prohibiciones de navegación, información y educación ambiental y medidas específicas de «eliminación» de la especie.

Paradójicamente, el Gobierno, pese al seguimiento realizado por la CHJ y a la abundante información de acceso libre que ofrece en su web, no contesta a la pregunta del senador sobre cúantos sistemas de riego y embalses se han visto afectados; o sobre la estimación de los daños que el mejillón cebra genera en los hábitats y en las especies autóctonas.

Tampoco ha respondido a la pregunta de si el Gobierno tiene previsto aprobar ayudas económicas para los regantes valencianos por los tratamientos que van a tener que aplicar para combatir la plaga y tampoco sobre posibles ayudas a la reparación y limpieza de las infraestructuras afectadas.

La concentración de mejillón cebra en instalaciones de regadío, compuertas, tuberías, etc. puede inutilizarlas y obliga a multiplicar los gastos en mantenimiento.

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