La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha impuesto un recorte radical del número de aves fringílidas que se pueden capturar este año. Lo hace en su nueva resolución vinculada a la Orden 20/2016, de 28 de julio cuyo objetivo ya era diminuir progresivamente la captura de estas aves hasta su prohibición final a partir de 2019 para respetar una directiva de la Unión Europea.

Los recortes introducidos en la orden de este año oscilan dependiendo de la especie y el sexo de las aves, aunque en general suponen una reducción de autorizaciones bastante significativa, al pasar de un total de 45.030 a 27.664 ejemplares.

Además del descenso generalizado en el número de licencias que se otorgarán para la captura de aves fringílidas, Medio Ambiente ha introducido este año distintos criterios en razón del sexo de las aves, primando la disminución de las capturas de hembras, y repartiendo cuotas por asociaciones.

Así, el número de jilgueros que se pueden capturar ha bajado un 36,53% para los machos y el 57,7% para las hembras mientras que para el pardillo común las capturas autorizadas bajan de un 35,6% para los machos y el 35,70% para las hembras. En cuento al verderón común y verdecillo el número de ejemplares que se pueden capturar baja el 40,53 % para los machos y el 39,64 % para las hembras de verderón y el 12,65 % para los machos y el 41,76 % para las hembras del verdecillo.

Para el pinzón común el número de pájaros que se pueden cazar se reduce el 36,76 % para los machos y 57,7 % para las hembras.

Medio Ambiente se suma así a los objetivos del Ministerio de Agricultura, Agua y Medio Ambiente de «reducir y regular la extracción de estas aves del medio natural y sustituir las utilizadas en los concursos de canto de origen salvaje por aves criadas en cautividad». El Gobierno asume así propuestas de la Comisión Europea basadas en informes y sentencias que ilegalizan esta caza «no selectiva» destinada a capturar aves para concursos de canto.

Una tradición arraigada

La captura de fringílidos es practicada por 5.000 aficionados federados en sociedades en la Comunitat Valenciana y por cerca de 40.ooo en toda España. Ayer fue imposible conocer la opinión de la Federación Ornitológica Silvestrista Cultural española, que apuesta por la «excepcionalidad» contemplada en la directiva de aves para poder continuar con las capturas de estas aves y mantener así la tradición.