«El president Puig no va a enmendar la plana al conseller Marzà, al que respalda en todas sus declaraciones públicas», aseguraron ayer fuentes de Presidencia de la Generalitat ante la reunión bilateral que mantendrá jefe del Consell el próximo viernes 11 de agosto en el Palau con la presidenta del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV), Isabel Bonig. Este cónclave a dos, que será el cuarto en estos 25 meses largos de legislatura, llega con el telón de fondo de la suspensión cautelar del decreto de enseñanza plurilingüe del Consell del Botànic ordenada por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunitat Valenciana a instancias de un recurso presentado por la Diputación de Alicante que gobierna el PPCV.

La reunión fue solicitada por carta el 30 de junio por la propia Bonig, quien se plantó ante las puertas de la Generalitat para pedir a Puig una reunión en la que «negociar sin apriorismos ni líneas rojas acuerdos puntuales en materia de Educación y abordar la preocupante situación» generada tras la suspensión cautelar del decreto de plurilingüismo. Cuatro días antes el TSJ había publicado el auto en el que la cautelar con la suspensión provisional del decreto dictada el 23 de mayo pasa a ser firme tras rechazar el recurso del Consell.

No obstante, desde Presidencia niegan que el encuentro Puig-Bonig sea una reunión exclusiva sobre Educación: «No hay agenda, el encuentro es abierto y el presidente escuchará lo que la otra parte quiera exponerle. De hecho en su carta, Bonig pedía una entrevista 'para tratar con más detalle los principales asuntos de actualidad'».

Posiciones irreconciliables

Presidencia subraya que en este encuentro «no habrá una negociación bilateral sobre educación» entre Consell y PP, que en política lingüística mantienen posiciones diametralmente opuestas. De hecho ayer mismo, Puig descartó la vuelta al decreto de plurilingüismo del PP de doble línea en castellano y valenciano, un modelo que tilda de «fracasado».

«La voluntad de la Generalitat es superar un problema: que tras 20 años de gobiernos del PP hay un fracaso de resultados, puesto que solo un 6 % del alumnado domina el inglés y un 30 % el valenciano», afirmó Puig en Castelló al ser peguntado sobre la reunión.

Puig, que hace suya la política del tándem Compromís-PSPV al frente de la conselleria de Educación, remarca que el objetivo «irrenunciable» del Consell del Botànic es que «todos los niños y niñas tengan conocimiento de las tres lenguas -castellano, valenciano e inglés- y que haya una igualdad de oportunidades».

Por contra, para Bonig «la única alternativa» al modelo de línea única que plantea la conselleria, con seis niveles en los que la presencia del castellano va disminuyendo conforme aumenta la carga docente en valenciano e inglés, «es la vuelta al decreto de plurilingüismo de 2012, como ordenan los jueces».

La lideresa del PPCV hizo estas declaraciones este lunes tras animar a los sindicatos docentes y Ampas que han recurrido ante el TSJ decreto de plurilingüismo aprobado en enero por el Consell de Puig a que denuncien esta normativa ante el Comité de Peticiones del Europarlamento por «la falta de libertad de las familias a la hora de elegir la lengua en la que quieren que estudien sus hijos».

A la espera del TSJ

El Consell ha plantado batalla en el TSJ al recurrir el auto que le obliga a volver al decreto del PP. Alega que la suspensión no puede afectar con carácter retroactivo a los nuevos programas lingüísticos al ser «actos firmes aprobados con anterioridad» a la suspensión cautelar. «Estamos esperando que la justicia atienda o no nuestro recurso y en función de eso se tomarán las medidas», apostilla Puig, que insiste en que «no habrá ningún problema para el inicio» del curso que arranca el 11 de septiembre.