La arquitectura es una de las referencias que marcan el devenir de una cultura, de un pueblo, de una sociedad. Así, desde grandes edificios emblemáticos, hasta otros tal vez no tan conocidos, pero que forman parte de la historia y de la vida cotidiana, las construcciones han sido, son y serán relevantes. No obstante, en ciertas ocasiones, tras un periodo de esplendor, caen en desuso o en el olvido por diferentes motivos.

Precisamente eso, evitar que caigan en la desmemoria y también conseguir que se rehabiliten para otros fines, es el objetivo de la iniciativa promovida por la Academia de Bellas Artes de San Carlos y por el Colegio de Arquitectos de la Comunitat Valenciana, y que ayer anunciaban sus máximos representantes en Levante-EMV.

Ellos ponen el foco, de momento, en unos 100 edificios construidos a partir de 1925 en toda la Comunitat Valenciana y que, a su entender, pueden catalogarse como Bien Inmueble de Relevancia Local. En esta línea, la directora general de Patrimonio de la Generalitat Valenciana, Carmen Amoraga, valoraba ayer a este periódico esta iniciativa que le parece, en principio, «buena», aunque reconoce que no tenían «constancia» de ella. Y también matiza que quienes tienen la competencia directa son los ayuntamientos: «Son los consistorios los que la tienen que poner en marcha. Si esto ocurre, y está previsto que participemos en las comisiones que se creen, así lo haremos. Somos conscientes, y así ha quedado demostrado en estos dos años de gobierno, de que la mejor forma de proteger y poner en valor el patrimonio es colaborando con todos los sectores implicados», destaca.

Preguntada sobre en quién recae la responsabilidad de velar por la buena conservación de este tipo de inmuebles explica: «Tenemos la sensación de que, en la mayor parte de los casos, el respeto por el patrimonio es total pero es cierto también que venimos de una etapa muy larga en la que no siempre ha sido así, y en la que podemos hablar de un desmantelamiento de los servicios que tenían que velar por ese patrimonio. En esta etapa los problemas de mantenimiento del patrimonio, que encontramos por parte de los ayuntamientos, tienen más que ver con los problemas de insuficiencia financiera que con falta de respeto. Siempre hay excepciones, pero no es la tónica general», explica la directora general.

Finalmente, incide en la colaboración «fluida y total» entre instituciones en lo que respecta al Patrimonio. Y va incluso más allá: «Nosotros hemos aumentado las subvenciones para las intervenciones en patrimonio de los ayuntamientos, que llevaban años sin salir y que ascienden a 1.000.000 de euros, los cuales pretendemos seguir incrementando en 2018».

«Además -añade- los técnicos de la dirección general colaboran activamente para las solicitudes en las tramitaciones del 1,5% cultural del Ministerio. Nosotros hemos iniciado ya los contactos para iniciar un estudio sobre la protección de los Riu Rau, por ejemplo», indica.