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A por la uva más temprana de Francia

El calor anticipa la vendimia en el país vecino - Unos 2.200 trabajadores valencianos se trasladarán este año a la campaña gala - Muchos temporeros han adelantado el viaje para aprovechar la recogida de la fruta

Vendimiadores en una finca francesa. efe

La ola de calor tropical que azota a muchas provincias españolas, entre ellas a las valencianas, también se está dejando notar en Francia. Tanto es así que ha obligado a adelantar la temporada de la vendimia, que tradicionalmente comenzaba en el país vecino iniciado el mes de septiembre. «Se adelanta una semana», advertía Lucía García-Quismondo, secretaria de Emigraciones en FICA-UGT. Mientras tanto, desde CCOO-Industria confirman esta peculiaridad y matizan que, además, habrá «un descenso de la producción por las fuertes heladas primaverales que pusieron n jaque a los viticultores galos». Esto afectará, previsiblemente, a la duración de la campaña, cuyos contratos suelen durar unos 20 días, pero este año podrían ser, incluso, de menor duración.

Por tanto, muchos de los temporeros españoles que cada año se desplazan a los viñedos franceses a la recogida de la uva comienzan ya a preparar sus maletas y los viajes hacia los distintos departamentos galos donde trabajarán. Se calcula que se trasladarán unos 16.000 vendimiadores nacionales, un volumen muy similar al de campañas anteriores. «Aunque, al final, la cifra total puede aumentar, dado que este año, muchos temporeros han adelantado también su desplazamiento para trabajar en las campañas de la fruta», añadía García-Quismondo.

En agosto, en Francia están activas las recolecciones del melocotón, la nectarina y la ciruela. Y en septiembre y octubre, coinciden las de la manzana y la pera; además de parte de la uva de mesa, la nuez o el kiwi, que se extienden también a noviembre y diciembre, junto a la aceituna y la clementina, según datos del calendario oficial agrícola.

Aunque el periodo de vendimia no excede de 25 días -según los departamentos-, «muchos temporeros aprovechan y trabajan en las primeras campañas de la fruta, continúan con la uva y después enlazan con la recogida de otras variedades frutales, con lo que pueden estar allí más de seis meses», apuntaba García-Quismondo. Este año, se ha detectado que hay más vendimiadores que optan por esta fórmula.

En la Comunitat Valenciana, la cifra suben a unos 2.200 los temporeros. Es la segunda autonomía desde la que más vendimiadores parten hacia Francia, después de Andalucía, que representa el 75% (con cerca de 11.000 personas). Mientras tanto, desde Castilla-La Mancha se prevé el desplazamiento de unos 1.100 cortadores o portadores y desde Murcia, unos 650.

Según las estimaciones del Ministerio de Agricultura francés, la vendimia de este año oscilará entre 37 y 38 millones de hectolitros. Lo que supone un -17 % interanual. Esto es así, en gran medida, porque las heladas primaverales afectaron a la producción del sudoeste -fundamentalmente Burdeos-, los departamentos de Charentes, Jura y también Alsacia.

El primer gran contingente, en 1972

Los trabajadores del campo españoles acuden a la vendimia francesa desde el año 1972, año en que se registra el primer contingente, según fuentes de UGT. También fue un año de crisis económica a nivel mundial. Los trabajadores del campo buscaban en el país vecino una salida para aumentar los precarios ingresos familiares. Una circunstancia muy similar a la de los últimos tiempos en España. «Después de los grandes movimientos de los años 70, durante los ejercicios en que no había crisis, el volumen de temporeros que marchaban a Francia alcanzaba los 11.000. Sin embargo, en los últimos años de etapa recesiva, la cifra aumentó, y oscilaba entre14.000 y 15.000», explicaba García-Quismondo. «No hay que olvidar que el sector agrario en España tiene un 21% de paro, una tasa superior a la media (17,22%)», añadía la dirigente sindical.

Las condiciones salariales son la principal razón económica de esta migración laboral. La retribución media que en Francia percibe un trabajador agropecuario, según convenio, es de 9,76 euros brutos la hora, al margen de las ayudas familiares. Un mínimo que puede verse aumentado dependiendo de las comarcas vitivinícolas francesas. Sin embargo, en regiones españolas como la Comunitat Valenciana, para el mismo trabajo se está pagando poco más de seis euros la hora. Una diferencia de más de tres euros. Esto, llevado a datos mensuales puede llevar a cifras que oscilan entre los 1.400-1.600 euros en Francia. Muy lejos de la media de poco más de 600 euros mensuales que se está cobrando por estos trabajos en España.

El desplazamiento a la recolección de la uva en Francia tradicionalmente es en cuadrillas. Así lo hacen desde hace años. Y suelen ser fijas y contratadas por las mismas empresas.

Además, se recomienda no viajar sin tener un contrato, pues es muy probable que tengan que volver sin haber conseguido un empleo, con lo que ello supone.

Prestaciones

Al margen de las razones puramente salariales que motivan el traslado de los temporeros españoles al otro lado de los Pirineos, los contratos de origen también dan acceso, en su caso, a prestaciones familiares por cotizar allí o al pago de horas extraordinarias.

Igualmente, de cara al futuro, tienen derecho en su momento a la jubilación en Francia, siempre que cumplan con el requisito de tener cotizadas ocho campañas consecutivas en la vendimia. Además de acudir con contrato, «que asegura derechos y las condiciones laborales adecuadas», los sindicatos aconseja a los vendimiadores que busquen con antelación un alojamiento y que utilicen los transportes autorizados y las líneas regulares de autobuses para garantizar la seguridad en su traslado y durante la estancia en campaña de la vendimia. Al igual que otros años, representantes sindicales se desplazarán al país vecino para asesorar a los trabajadores y ayudarles a resolver los posibles problemas.

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