La transferencia de competencias que la Diputación de València califica de «impropias» hacia distintas consellerias se ha convertido en uno de los puntos de fricción entre los socios de gobierno en la corporación provincial. PSPV y Compromís se acusan mutuamente de no hacer lo suficiente para ir aligerando la mochila de tareas que consideran duplicadas respecto a la administración autonómica.

Así, el lunes la coalición valencianista pedía un nuevo estudio para radiografiar la estructura de la diputación y ver qué elementos pueden ser transferidos a la Generalitat después de que el primer informe se quedara «corto» al circunscribirse a un análisis del MuVIM y el Psiquiátrico de Bétera. Ayer, el PSPV salía la paso y recordaba que llevan «dos años trabajando» en este sentido. «La voluntad de transferir o no se demuestra con los hechos, no con palabras», explicaban fuentes de presidencia.

En este sentido, Compromís criticó el día anterior que desde el área de Comarcalización que antes dirigía la socialista y alcaldesa de Gandia Diana Morant no se había hecho lo suficiente para ir vaciando las diputaciones «hasta su desaparición final, que es lo que todos llevábamos en el programa electoral», mientras que ayer la diputada del PSPV Mercedes Berenguer explicó que desde su área, la de Bienestar Social, se ha trabajado «desde el primer minuto» en desprenderse del Hospital Psiquiátrico de Bétera y de algunos centros educativos que, entienden, deberían ser competencia de la conselleria que dirige Vicent Marzà.

Con todo, la diputada asegura haberse encontrado con reticencias por parte de algunas consellerias, en concreto, las de Educación, la de Bienestar Social (dirigida por Oltra, Compromís) y, en menor medida, la de Sanidad (dependiente de Carmen Montón, PSPV). «Entendemos que hay problemas de financiación, por eso vamos poco a poco, haciendo las transferencias paulatinamente. Pero a la hora de asumir algunas competencias, algunas han puesto pegas», narra.

Como ejemplo, citó las escuelas de adultos, las EPA. Quedan todavía 30 que dependen de la diputación, pero la conselleria no las ha integrado todavía en su red, así como las escuelas técnicas de Requena y Catarroja. «Conselleria va cubriendo las plazas de los profesores que se van jubilando», detalla Berenguer.

Por su parte, el PP criticó ayer «la enésima prueba de desprecio a la diputación». «Lo único que persiguen es sustituirla por treinta nuevos chiringuitos comarcales para enchufar a todos sus afines», reprochó la portavoz Mari Carmen Contelles, en referencia a la ley de comarcalización y mancomunidades.