Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rutas ecuestres

Al galope de la arena a la montaña

Las rutas a caballo constituyen una alternativa de ocio diferente que permite disfrutar de parajes naturales singulares

Al galope de la arena a la montaña

Con la llegada del verano y las vacaciones son muchos los valencianos que se decantan por disfrutar de su tiempo de ocio con actividades que les permiten desconectar de la rutina diaria en contacto con la naturaleza. Una de las alternativas más en auge son las rutas a caballo.

Luis Lentijo es propietario del complejo ecuestre Equino Educa, que lleva cinco años ofreciendo recorridos específicos y diez desde que abriera las puertas del centro. En este emplazamiento situado a escasos kilómetros de Vilamarxant se realizan durante todo el año pequeñas rutas por el parque natural del Turia. «Lo que más valoran los clientes es la tranquilidad y el contacto con la naturaleza a lomos de un animal tan noble como es el caballo», explica Lentijo.

Este trayecto, de aproximadamente hora y media, que transcurre por uno de los parajes naturales más próximo a la ciudad de València, ofrece al jinete la posibilidad de contemplar instalaciones de la guerra civil como trincheras o búnqueres.

Las rutas ecuestres se han extendido por toda la Comunitat Valenciana con un creciente número de adeptos, que aprovechan los meses estivales para disfrutar aún más del contacto con los equinos.

«Yo siempre digo que si el invierno es nuestra temporada alta, el verano, y el agosto en concreto, es nuestra temporada muy alta», comenta el dueño de Equino Educa. Sin embargo, admite que en enero y febrero suelen tener más reservas que junio o julio, por ejemplo.

El perfil de usuario de este tipo de actividades, según el propio Lentijo, es el de un público mayoritariamente joven, aunque también acuden algunas familias o parejas que no suelen tener una experiencia previa.

Es por ello que, previamente a los paseos, reciben una clase básica de cómo tratar al animal para darle las órdenes necesarias adecuadamente. Con esto se aprende, por ejemplo, a girar hacia uno y otro lado, emprender la marcha o aminorarla. A partir de ahí cada uno lleva su propio ritmo, «hay gente que prefiere más tranquilidad y un ritmo más pausado y otra que desde el principio te demanda un paso ligero porque también tienen más experiencia», admite el propietario del complejo equino.

Una actividad muy completa

En la Comunitat Valenciana, según datos de una reconocida web de ocio, hay unos 73 centros a través de los cuales se puede realizar este tipo de actividades. Y lo mejor es que cada una de ellas cuenta con entornos a cada cual más atractivos: las sierras Calderona, la natural de Maigmó o la de Onil son claros ejemplos de ello.

Los precios varían dependiendo de cada centro. Oscilan desde los 10 euros, la oferta más económica, hasta los 180 euros. El precio medio ronda los 22 euros.

Y como no todo iba a ser montaña, también cabe destacar los paseos y marchas por algunas playas valenciana como la de la Patacona en Alboraia o las de San Juan o Guardamar del Segura, entre otras, para aquellos que prefieran escuchar el ruido de las olas mientras van a lomos del animal.

Montar a caballo genera grandes beneficios para la salud tanto en el aspecto físico como el psicológico. Además de ser una actividad que combina diversión y relajación, ayuda a mantener la forma. Algunos lo consideran como una verdadera terapia.

Si se practica a una velocidad considerable, exige los mismos niveles de esfuerzo que correr o el ciclismo por poner algunos ejemplos.

En los más pequeños se desarrolla una relación de complicidad con el caballo y un cierto nivel de responsabilidad. Se sienten implicados en su entrenamiento y adiestramiento. Su practica regular proporciona al jinete, ya sea un niño o un adulto, más autocontrol, autoestima y seguridad. Son reconocidos los avances que los niños autistas consiguen al relacionarse con los equinos.

Compartir el artículo

stats