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Demora quirúrgica

Suspenso en la lista de espera

Casi todas las patologías analizadas por el Ministerio de Sanidad tienen más pacientes y más días de retraso ahora que en la última etapa del anterior Consell

Intervención en un hospital valenciano. levante-emv

Paciente, según la Real Academia Española de la Lengua, es aquella persona «que padece física y corporalmente», que se halla «bajo atención médica». Esta no es, sin embargo, la primera acepción de la palabra. La que abre la definición es «que tiene paciencia». Al enfermo, al que necesita ser operado, el lenguaje le presupone la paciencia pero a algunos esta cualidad se les está acabando a la vista de las últimas cifras de las listas de espera.

Actualmente 66.512 valencianos entran dentro de esa doble acepción. Son aquellos con problemas que, no siendo urgentes, complican la existencia y deben ser resueltos en el quirófano. Un juanete que no deja calzarse, una rodilla que limita los movimientos... En el ámbito sanitario, sin embargo, lo urgente y aquello que pone en riesgo nuestra vida manda, por lo que estas intervenciones se resuelven según van dejando los recursos, las camas libres, la disponibilidad del personal y, a veces, el presupuesto.

Cuántas personas hay en estas listas y, sobre todo, cuánto tiempo deben «sufrir» hasta ser intervenidos son, pues, buenos termómetros de cómo se gestiona la Sanidad.

Con dos años recién cumplidos al frente de la conselleria, ya hay posibilidad de hacer examen a la «época Montón». El Consell sigue remitiendo al Ministerio de Sanidad datos de la lista de espera estructural, aquella que hacía pública el PP y que no recoge a los derivados a la privada, a los que rechazan ir y a los que piden una nueva fecha para ser operados. La metodología es, pues, asimilable (pese a que la forma de contabilizar las listas ahora ha cambiado) y los primeros 18 meses de mandato de Carmen Montón no salen bien parados si se enfrentan a las cifras del PP de diciembre de 2014.

Con dos años de diferencia, los once principales procesos de la lista de espera seguidos por el ministerio recogen a 2.020 pacientes más y en todas, el tiempo de espera ha aumentado a excepción de la intervención de cataratas con dos jornadas menos de espera media. Así, de diciembre de 2014 a diciembre de 2016, las personas que necesiten una prótesis de cadera deben esperar hasta un mes más (de 63 a 96 días) y los que necesitan quitarse las amígdalas o las vegetaciones de la nariz (Adenoamigdalectomía) deben duplicar su paciencia: de 52 días de media a 101.

La Comunitat Valenciana no es, sin embargo, y pese al empeoramiento de cifras, de las peores paradas en el panorama nacional. Una circunstancia que destacan desde los despachos de Sanidad asegurando que una sanidad pública sin listas de espera es una utopía. Las que mejor estaban en diciembre de 2016 eran las comunidades menos pobladas: las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (con 36 días de espera media ambas) o La Rioja y el País Vasco. Andalucía, con 8,3 millones de habitantes, estaba en 60 días de espera media frente a los 68 de la C. Valenciana. En el furgón de cola, Canarias, con 145 días.

Seis meses más tarde y teniendo en cuenta en la lista a todos, las cifras tampoco han dado un respiro a Montón ya que el saldo interanual ha sido negativo: nueve días más de espera media (de 98 a 107) y 6.629 pacientes más. El número de personas en la primera etapa de la lista (en los primeros tres meses de espera) se mantiene o incluso se reduce en algunas patologías. Sin embargo, son muchos más los que esperan más de tres meses y más de medio año: 26.358 impacientes.

A la vista de este último corte, la consellera ha vuelto a reiterar que harán «todo lo posible» para seguir reduciendo esperas. Paciencia.

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