Más de 66.000 valencianos estaban esperando en junio de este año ser operados de una patología no urgente en los hospitales valencianos. Son 6.600 más que hace un año y, además, tienen que esperar más días que en 2016 (107 de media total frente a los 98 de hace 12 meses). Las listas de espera quirúrgica están, pues, peor y no parece que los esfuerzos de la Conselleria de Sanidad por liberar la demora a través de hacer más operaciones con medios públicos en horario de tarde (el llamado autoconcierto) esté dando el resultado esperado.
La consellera de Sanidad, la socialista Carmen Montón, apostó desde su llegada al Consell por hacer más con medios propios y derivar menos pacientes a la sanidad privada a través del llamado «plan de choque», puesto en marcha por el Partido Popular que, en principio, resulta más caro. En 2015, y con el cambio de gobierno de por medio, se hicieron 14.496 intervenciones en autoconcierto, es decir en instalaciones y con personal propio pero fuera de los horarios establecidos, compensando a los profesionales por ello. Un año después, en 2016, la cifra aumentó hasta las 15.488 intervenciones realizadas de esta forma, un aumento del 7 % en esta actividad que, sin embargo, parece no haber sido decisivo para atenuar las cifras de las listas de espera que siguen en aumento según el último corte trimestral. A esto hay que añadir que en 2016 se remitieron menos pacientes a la privada (13.367 en 2015 frente a los 11.606 del año pasado) lo que también ha debido de pesar en la demora quirúrgica.
Más dinero
El problema no parece estar, según la conselleria, en la técnica sino en los recursos empleados en ello porque, para este año 2017, la administración sanitaria sigue fiando al autoconcierto la solución para el aumento de las listas de espera. Así lo han asegurado de nuevo fuentes de la Conselleria de Sanidad ante los últimos datos negativos del verano. «La conselleria seguirá trabajando con todas las herramientas» para intentar rebajar las cifras, eso sí, «priorizando el autoconcierto» antes que el plan de choque. Esta priorización se traduce este año 2017 en un 27,5 % más de presupuesto para sesiones de autoconcierto: 7.171.756 millones de euros frente a los 5.625.855 millones de euros gastados en 2016.
La consellera ha insistido en más de una ocasión que su objetivo es ir relegando este plan de choque aunque ha asegurado que se recurrirá a él «siempre que sea necesario» y, por ahora, parece que la conselleria no puede prescindir todavía por completo de este sistema que implica a hospitales como Quironsalud, la Casa de Salud y algunos centros del grupo Vithas-Nisa, así como centros del grupo IMED ahora también en Burjassot.
Lo que más se opera: las cataratas
Una de cada cuatro intervenciones que se hicieron en la sanidad pública el año pasado en autoconcierto fue para operar unas cataratas. Así se recoge en la Memoria de Gestión 2016 de la conselleria que apunta que se realizaron 3.999 operaciones de este tipo. La lista de espera de esta patología sí ha recortado en días de espera en el último año pero es la que, con diferencia, más pacientes acumula: 12.339 de los 66.000 totales.
