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Entrevista

Mari Carmen Contelles: "La corrupción nos llevó a la oposición a muchos del PP sin merecerlo"

"El cuatripartito ha traído sectarismo, incoherencia política y colapso en la gestión", asegura

Mari Carmen Contelles: "La corrupción nos llevó a la oposición a muchos del PP sin merecerlo"

Mari Carmen Contelles fue una de las alcaldesas del PP que perdió el cargo tras las elecciones de 2015. Esa cita electoral barrió al PP de las instituciones, también de la Diputación de València, hasta entonces, en manos de Alfonso Rus, hoy apartado de la vida política mientras avanza la instrucción del caso Taula. Contelles compagina ahora su acta de concejala en la oposición de la Pobla de Vallbona, el rol de portavoz en el grupo de la corporación, y los movimientos internos para presentarse a la presidencia del PP provincial.

¿Tiene el PP un problema con las diputaciones? En las tres que gobernó en las anteriores legislaturas se ha terminado imputando a los presidentes.

Creo que la corrupción es un tema de persona y no de partidos. El PP ha estado en la instituciones 20 años. Igual que ahora está el cuatripartito y ya van apareciendo cosas... Lo que hay que hacer es poner todos los mecanismos para evitar la corrupción. El 99 % de los que nos dedicamos a la política intentamos mejorar la vida de nuestros conciudadanos y no merecemos que se nos tache en general de una forma negativa, cuando la realidad no es esa.

¿Cómo afectará en el futuro el caso Taula al actual PP de la diputación?

La corrupción en general ya ha afectado al PP, porque nos hizo pasar a la oposición sin merecerlo. Nos pegaron a la cara de los alcaldes una patada que no nos correspondía. Hay que castigar a los que hayan sido corruptos. Pero somos un partido, para lo bueno y lo malo. El reto de estos cuatro años era que la sociedad viera que puede volver a confiar en nosotros. Y vamos por el buen camino. En las elecciones generales de 2016 había crecido el voto. La gente ha visto que somos capaz de regenerarnos.

¿Qué nota pone al PP de la diputación en el ecuador de la legislatura?

Estoy contenta con el trabajo, pondría un aprobado. Salíamos de una situación grave y teníamos un reto por delante: que la gente viera que nosotros íbamos a luchar a pesar de la situación crítica de pérdida de poder territorial. Teníamos que recomponernos y hacer una oposición fiscalizadora y constructiva, intentando aportar mejoras. Hemos llevado al pleno la controversia con las becas de las universidades privadas, hemos traído mociones como la de los desfibriladores que Compromís aprobó en el Senado pero aquí no. Nos hemos encontrado ante una negativa total por parte del cuatripartito. Los que hablaban de 'rodillo' se han olvidado del objetivo por el que están ahí, que es el bienestar de los ciudadanos. Seguiremos proactivos a sabiendas de que no van aprobarnos nada.

Habla de que venían de «una situación difícil». ¿Pesa todavía el nombre de Alfonso Rus?

No. La situación del PP en la provincia o en la diputación en concreto venía de la pérdida de poder territorial y obviamente por la corrupción que se ha producido. Dos años después los temas judiciales están donde tienen que estar. Siempre hemos mantenido que el que la haya hecho que la pague, respetando la presunción de inocencia. Hay que dejar trabajar a la justicia. El tema de la corrupción nos ha castigado, por eso hemos pasado a la oposición. Pero hemos hecho la renovación oportuna, desde lo local a lo autonómico. La gente está percibiendo que somos personas nuevas con ideas nuevas.

¿Son las diputaciones un foco de corrupción y clientelismo?

Yo creo que no. Leía hace poco que el líder de Podemos quiere eliminar las diputaciones. Cuando el cuatripartito de la diputación actual entró, se hizo una encuesta a todos los alcaldes de la provincia y salió que una buena nota. Tanto Podemos como Compromís desconocen la función de la diputación. No he visto nunca que se deshagan las cosas que funcionan.

¿Cuál debe ser el futuro de las corporaciones?

En el PP estamos a favor de buscar la eficiencia. Hay que cambiar y modernizar las instituciones. Pero ellos quieren quitarlas para crear 30 manocmunidades nuevas para enchufar a los suyos. Nosotros ya iniciamos un trasvase a la Generalitat, pero no un vaciado. Menos sanidad y educación, todo lo demás tiene que estar en la diputación. Uno de los artículos de la ley de mancomunidades dice que se van a financiar con impuestos nuevos. Al final esas estructuras nos van a costar más dinero a los vecinos. Están pensando en cómo montar chiringuitos nuevos para colocar a los suyos. Quieren montar lo de las mancomunidades porque saben que en el 2019 no van a gobernar.

¿Ha sido la antigua Imelsa, ahora Divalterra, un chiringuito del PP?

Ha habido personas que han utilizado mal los recursos de Divalterra, por eso tiene que ser juzgado. La función de la empresa es primordial, sobre todo el trabajo de prevención de incendios. Esas brigadas son necesarias. Castiguemos a las personas que han utilizado mal los recursos de la empresa pero sigamos apostando por la función de Divalterra.

¿Tiene solución esa empresa?

Sí. Otro ejemplo de 'postureo' es el tema de Divalterra y Egevasa en relación con los trabajadores. Es importante que se hagan cambios. Hay que ser muy responsable y respetuoso. Sobre todo porque hay 700 familias en Divalterra y 300 en Egevasa que dependen de esto. No puedes decir que se va a cambiar todo sin hablarlo. Ha sido muy de foto: «Voy a vaciar de funciones Divalterra sin entrar en el fondo de la cuestión», eso es lo que han hecho.

¿Qué balance hace de estos dos primeros años de la «nueva» diputación?

Creemos que han sido dos años perdidos. Se los han pasado haciendo equilibrios de poder y sobre todo arrodillados al Palau de la Generalitat. Este año, 36 millones de euros de este presupuesto han ido a parar a Ximo Puig y Mónica Oltra, lo que significa que el cuatripartito no cree en la diputación, es obvio. Estamos dejando de hacer nuestras funciones para hacer las del Consell. Dos años de sectarismo, incoherencia política y de colapso en la gestión. Sectarismo porque han trabajado para sus alcaldes, no para todos. Un ejemplo es que solo el municipio de Ontinyent (localidad del presidente, el socialista jorge Rodríguez) ha recibido más dinero que los 55 pueblos gobernados por el PP. Incoherencia en el reparto de fondos. Terrateig no tiene bomba de agua pero Bisbal va a Ontinyent con dinero de la 'dipu'. Y hablaban de que los convenios singulares eran el besamanos de Rus: ahora el besamanos es solo para los de ellos

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