...    
Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis en la Comunitat Valenciana

El territorio valenciano, clave para la red de financiación y captación y como ruta de huida

Las Fuerzas de Seguridad del Estado señalan la Comunitat Valenciana como una de las «zonas calientes» con 19 detenidos desde 2012

La última detención contra le yihadismo en la Comunitat Valenciana. Foto: David Revenga.

Un lugar elegido para realizar labores de captación y de apoyo logístico, una red de apoyo y financiación a los combatientes en las zonas de conflicto de Irak y Siria y una ruta de huida accesible para llegar a Argelia, puerta de entrada a todos los territorios controlados por el Daesh. Esa es la radiografía de la Comunitat Valenciana que muestran los informes de la Asesoría de Inteligencia y Consultoría de Seguridad (AICS) y de los servicios de Seguridad del Estado en la lucha contra el terrorismo yihadista.

El Estado Islámico encontró en tierras valencianas un lugar fructífero para proveer de armas, dinero y material a su ejército, además de utilizar la autonomía como una especie de altavoz desde donde extender un discurso cada vez más radical y conseguir adeptos a la causa, cada vez más jóvenes.

Sin embargo, las actuaciones policiales no se hicieron esperar y ya suman 19 detenciones en el mapa de la lucha contra el terrorismo islámico en la Comunitat Valenciana. Diez de ellas se produjeron el año pasado, a las que se suman tres más en lo que llevamos de 2017.

Pero la importancia de la Comunitat Valenciana en el mapa del radicalismo islámico en España no se queda en el número de operaciones policiales desarrolladas a partes iguales por la Guardia Civil y la Policía Nacional. Las investigaciones policiales destaparon en territorio valenciano dos de las principales redes de financiación yihadista en Europa, radicadas en Valencia y Alicante.

De hecho, para pagar parte de la carísima guerra en Oriente Medio y proveer al ejército de uniformes se utilizaba un negocio millonario de exportación de ropa usada y el tráfico de hachís a gran escala (entre otros), según las conclusiones de la Brigada Central de Información tras una operación policial en febrero de 2016 que supuso un duro golpe al terrorismo islámico en tierras valencianas. El año anterior hubo tres detenciones y todas ocultaban procesos de radicalización y captación.

Con la intención de quedarse

Las operaciones de 2015 y 2016 aportaron los datos necesarios para que la policía constatara que la Estado Islámico había llegado a la Comunitat Valenciana con la firme intención de quedarse. No era algo puntual.

Fuentes de la lucha antiterrorista en España niegan, una y otra vez, que exista relación entre la comunidad musulmana que reside en el país y el ISIS (siglas inglesas para denominar al Estado Islámico).

Sin embargo, además de las redes sociales, las informaciones de las investigaciones policiales apuntaban a las mezquitas y los centros culturales como lugares donde se podían dar charlas, mítines y adoctrinamientos apasionados sobre la yihad y sus bondades lo que no quiere decir que los musulmanes estén relacionados con el terrorismo islámico.

Así, los investigadores centraron sus esfuerzos en las 202 mezquitas de la Comunitat Valenciana. Y es que casi todos los pueblos valencianos tiene una. Los agentes se percataron de la presencia de predicadores que tenían como único objetivo atraer a jóvenes a la causa. Captarlos y sumar soldados y manos amigas para la red logística y de financiación. Y las detenciones no se hicieron esperar.

De hecho, de las tres detenciones de 2017 dos son a imanes. En marzo de 2017 la policía detuvo al que realizaba las labores de imán en la mezquita de Benetússer (desde hacía dos meses) por haberse radicalizado, llamar a la yihad a través de internet y apoyar la matanza de occidentales.

Un mes después, la Policía nacional desplegó en Teulada-Moraira una nueva operación contra el terrorismo islámico que se saldó con la detención de un imán que mantenía una posición privilegiada en la comunidad islámica de la provincia de Alicante mientras acogía y facilitaba recursos a yihadistas procedentes de Siria e Irak. De hecho según fuentes policiales, su principal misión era facilitar el tránsito de los excombatientes del EI y ayudarles con documentación y recursos económicos.

Puertos valencianos

Y es que los informes de Asesoría de Inteligencia y Consultoría de Seguridad aseguran que en la Comunitat Valenciana, la «vía española» de huida por excelencia, presenta diversas variantes para llegar a Argelia y la primera opción son los puertos de València, Alicante y Almería con sus rutas de conexión con Mostaganem, Argel y Orán, localidades argelinas donde el Estado Islámico cuenta con infraestructura de acogida y una presión policial menor.

Por ello, desde AICS recalcan que la Comunitat Valenciana es una de las rutas de huida preferidas por los excombatientes del EI a medida que se desploman sus dominios en Siria e Irak.

Compartir el artículo

stats