Desarrollar una metodología que ayude a determinar los problemas e impactos de las sequías sobre los recursos hídricos, tanto en la actualidad como en los diferentes escenarios de cambio climático es el objetivo principal del proyecto ERAS ('Estimación del riesgo ambiental frente a las sequías y el cambio climático').

Se trata de una iniciativa con una duración de tres años y que desarrolla el Grupo de Ingeniería de Recursos Hídricos (GIRH) del Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València.

Este «ambicioso» estudio, que cuenta con los profesores Javier Paredes y Joaquín Andreu como investigadores principales, tiene como objetivo establecer una metodología que permita conocer los efectos de las sequías en el ciclo del agua mediante la conexión de tres tipos de modelos como el hidrológico, el de reparto de agua y simulación de la calidad del agua. Para ello, el profesor Paredes explica que, en primer lugar, se debe conocer la situación del recurso hídrico en el contexto de cambio climático, «convirtiendo de esta forma, las estimaciones de precipitación en series de caudales mediante el modelo hidrológico EVALHID».

Posteriormente, estas series se representarán en un modelo de simulación para la gestión (SIMGES) que, según el investigador, «ayudará a conocer su efecto en los diferentes tipos de demandas». Con esta información se simulará el efecto de las presiones antrópicas sobre la calidad del agua de las masas de agua (mediante el modelo RREA) en todos los escenarios descritos. Por este motivo, los investigadores del GIRH resaltan la importancia del proyecto, ya que la técnica desarrollada «debe ser reproducible en todas las cuencas, aunque es necesario entender la propia realidad de cada territorio y su contexto».

Fases de la investigación

La primera parte de la investigación aborda el estudio del módulo de simulación hidrológica Evalhid, con el objetivo de incorporarlo a la interfaz de Aquatool y desarrollar una técnica que permita decidir el modelo hidrológico a utilizar en cada caso de estudio. Para ello, se utilizará como caso piloto alguna cuenca del río Duero. La segunda etapa versará sobre cómo definir nuevos indicadores de impacto de sequías que mejoren la interpretación del riesgo real de sus efectos. Finalmente, se desarrollará una técnica que permita la depuración.