Ingresado en el hospital, encamado y con un drenaje para evitar daños mayores en el pulmón. Así estaba ayer -y estará unos días- el joven de 23 años de Foios que resultó herido por apuñalamiento en la misma noche en la que se produjeron reyertas en la discomóvil, hasta el punto de tener que ser suspendida. El afectado recalca, no obstante, que este suceso se produjo «en la otra punta del pueblo» ya que ni él ni sus amigos se acercaron a la fiesta porque no son aficionados a estos actos.

«Estaba en el chalet y decidí bajar un rato al pueblo a ver a mis amigos. Nos citamos en el parque frente a la Llar de la Música porque estaba lejos de la fiesta», ha explicado a Levante-EMV el herido. Según su versión, pendiente de plasmarse en una denuncia ante la Guardia Civil, acudió al parque con su perro y se encontró con dos amigos.

Sobre las dos de la madrugada, recuerda que una pandilla de unas 15 personas, «la mayoría menores» acudió al recinto. «Uno se sentó a mi lado, junto a la mochila que yo llevaba. Le dije que se marchara a otro sitio, que no era amigo mío para estar tan cerca. Me preguntó por una fuente y también por el camino hacia Massamagrell,y todo el grupo se marchó», narra.

Minutos después, el joven y sus dos amigos, también residentes de Foios y de la misma edad, observaron cómo la pandilla volvía y alguno de ellos «iba armado con botellas». «Oímos que querían pegarme por lo que me levanté y fui con la intención de quitarle la botella», recuerda.

Entonces se inició un forcejeo entre los dos. «Al final uno de mis amigos me ayudó a inmovilizarlo y entonces noté que alguien me golpeaba por detrás», añade. «No hicimos nada para provocarles. Solo nos defendimos», apunta uno de los amigos mientras el otro insiste en que «nunca nos habíamos visto envueltos en algo así».

Al intentar perseguir al primer atacante, el joven explica que notó sangre en el pecho. «Entonces fui consciente de que me habían apuñalado. Me atacaron por las espalda», relata. Sus amigos fueron a pedir auxilio y una patrulla de la Guardia Civil de las que vigilaba la discomóvil acudió y llamó a la ambulancia. Cincuenta minutos después, estaba camino del hospital.

El resultado de la agresión son «seis puñaladas. La más grave es la del tórax», que le rozó el pulmón y ha requerido un drenaje. Muy cerca de esa herida tiene otra puñalada, otras tres en el brazo (una de ellas, en el antebrazo, también de relativa gravedad) y la última en uno de los glúteos. En cuanto a los dos amigos, tienen golpes y magulladuras «sin importancia».

Tanto la agresión junto a la Llar de la Música como las reyertas en la discomóvil han provocado que el alcalde, Sergi Ruiz, anuncie que estos espectáculos se suspenden en la población. Los tres amigos aplauden la decisión: «Solo traen gente que busca problemas. Lo sentimos por los amigos a los que les gusta ir pero también queremos que ellos estén a salvo».