Los familiares del menor de 11 años desaparecido en las aguas del Cabriel el sábado por la tarde, especialmente su madre, de nacionalidad guineana, seguían ayer con angustia las tareas de búsqueda en las que participó una amplia dotación de bomberos, Guardia Civil y Protección Civil tanto valencianos como de Castilla-La Mancha. No obstante, y a pesar de los esfuerzos y de haber ampliado la zona de búsqueda, el menor sigue desaparecido. Y las opciones y esperanzas de encontrarlo con vida se iban reduciendo.

Tal y como confirmaron fuentes del Consorcio de Provincial de Bomberos, el menor estaba descendiendo el río en la tarde del sábado, a la altura de Venta del Moro, con una colchoneta hinchable, junto a un grupo de amigos que se habían desplazado desde València, cuando estos lo perdieron de vista. Inmediatamente, llamaron al 112, que activó el dispositivo de emergencia sobre las 18.45 horas del sábado.

Los equipos de rescate han reanudado a primera hora de hoy la búsqueda, con once efectivos del Consorcio de Bomberos de Valencia, concretamente el jefe del parque de Sinarcas, dos bomberos de Requena, 5 bomberos voluntarios de Cofrentes y 3 bomberos de Sagunto que han acudido de forma voluntaria y fuera de su turno de trabajo.

Emergencias también ha movilizado a un técnico para reforzar las comunicaciones durante la búsqueda y el Centro de Prevención de Incendios Forestales, a un agente medioambiental.

Desde su pérdida, los efectivos de búsqueda no dejaron de ampliarse. De este modo, ayer había en la zona cinco bomberos del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) del Consorcio de Valencia, junto a efectivos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de Guardia Civil y del grupo subacuático de bomberos de Castilla-La Mancha.

Además, durante la madrugada del sábado al domingo, una vez que se retiraron los medios aéreos, siguieron en la zona una brigada nocturna de bomberos forestales y efectivos de la Benemérita, para tratar de encontrar alguna pista sobre el menor.

Una vez que amaneció, se reanudaron las tareas de rescate por agua y en los caminos y zonas boscosas. Y se estableció un Puesto de Mando Avanzado (PMA) en el área. Lugar desde donde, por cierto, seguía el operativo la madre del desaparecido, a la que se le brindó también asistencia psicológica por parte del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Cruz Roja.

Por lo que respecta a las tareas en el agua, los bomberos buscaron al menor con piraguas prestadas por monitores de algunos grupos que organizan excursiones en el río Cabriel. Además, el helicóptero Víctor 1 (V1) de la Generalitat Valenciana también estuvo rastreando la zona, pero sin éxito.

Para facilitar la búsqueda, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) redujo durante la jornada del sábado el caudal del embalse de Contreras de 12,5 metros cúbicos por segundo a un caudal ecológico de 2,5 metros. Aunque el embalse volvió a su nivel habitual de agua a partir de las 13 horas de ayer, según el 112.

Por otra parte, también se suspendieron ayer todos los descensos de multiaventura en la zona.

El alcalde pide precaución

Esta zona del río Cabriel (afluente del Júcar) registra cada año mayor afluencia de personas que se deciden a bajar por él. Además, se ha incrementado la gente que acude por su cuenta, sin contratar los servicios de empresas especializadas, lo que aumenta los riesgos de accidentes como este. Por este motivo, el alcalde de Venta del Moro, Luis Francisco López (PP), dice que desde hace algún tiempo se está trabajando «para que haya una regulación sostenible sobre este respecto». Y advierte de que «el río es un espacio natural y tiene sus riesgos, no es algo sencillo». Por lo que recomienda que «la gente que quiera disfrutar no vaya a zonas que no conozca y que tome todas las medidas de precaución para pasar un día agradable». Además, advierte del peligro de adentrarse en el río «con hinchables de mala calidad y sin medidas de seguridad».