Con una larga misiva enviada a la militancia, la diputada de Podemos Sandra Mínguez puso punto final ayer a tres años de actividad política en primera línea de la formación morada. Fue la más votada en el Consejo Ciudadano autonómico en la pasada asamblea de mayo, secretaria de Organización hasta que Antonio Montiel la destituyó, y estaba llamada a ser uno de los referentes en la etapa iniciada hace apenas tres meses por el nuevo dirigente podemista, Antonio Estañ. Ayer, anunció que dejaba el órgano directivo de la formación y su escaño parlamentario. «Ahora soy mas útil fuera que ocupando un escaño en las Corts», escribió.

«Lo he dado todo, tanto que siento que me he vaciado», se justificó Mínguez. El anuncio cogió por sorpresa a la militancia y a diferentes cargos del partido, aunque no a la dirección, a quien ya habría trasladado sus intenciones hace unos días. La ahora exdiputada era uno de las figuras del 15M y de las bases y participó activamente en la campaña del pasado mes de mayo, momento desde el cual sonaba su nombre para síndica en las Corts en sustitución de Montiel.

De ahí la sorpresa, aunque relativa, porque Mínguez llevaba tiempo enviando señales: «Muchos en su momento me empujasteis a postularme para secretaria general y para síndica del grupo no entendiendo mi negativa. No hubiese sido honesta ni con vosotras ni conmigo si me hubiese presentado para esas responsabilidades», explicó ayer. Una de esas señales de alerta fue el momento en que se hicieron públicos los nombres de la nueva Ejecutiva de Estañ y el de Mínguez no aparecía por ningún lado. La reservarán para síndica, pensaban muchos. Ahora se conoce el verdadero motivo. La política de primera línea ha quemado a la exparlamentaria en tres años.

«Tenía malestar desde hacía tiempo», explican fuentes consultadas. Con todo, en los últimos tiempos continuaba volcada en el partido. «Gracias a vosotros he vuelto a vivir y sentir el Podemos de las elecciones europeas», confesó ayer en referencia al equipo de Estañ, zanjando de este modo las dudas sobre si su marcha responde a desavenencias con el nuevo Consejo Ciudadano. A este último le acompañó hasta Madrid para que conociera a Pablo Iglesias tras ser elegido como líder del partido valenciano. El madrileño, quien el pasado mes de febrero la dejó fuera del consejo estatal, le dedicó ayer un mensaje en sus redes sociales: «Ha sido un honor y un orgullo militar y compartir camino junto a ti. Gracias por tu trabajo, tu pasión y generosidad compañera».

Estañ: «Estamos de paso»

Entre las consecuencias inmediatas de la salida del Mínguez se encuentra, en primer lugar, que en las Corts será sustituida por Lola Bañón (si esta acepta el encargo) y por Isabel Muñoz en el Consejo Ciudadano. A otros efectos, la dimisión de la profesora de matemáticas, quien volverá a dar clases en septiembre, supone el primer revés para Estañ, que pierde una de las figuras más reconocibles dentro del partido y gana una parlamentaria afín a Montiel, que continua en el cargo de síndic en las Corts hasta que el consejo elija nuevos nombres a principio de septiembre.

Para Montiel y el capítulo de su cese como secretaria de Organización también tuvo palabras «Si algo me dolió de aquella destitución fue ver cómo se os apartó a tanta gente de un proyecto que habíais visto nacer». Para Estañ, «esta decisión no es una buena noticia, porque supone aceptar una realidad, que es la del agotamiento que genera estar en primera línea, la incompatibilidad de desarrollar un proyecto vital y el desempeñar esta tarea casi siempre ilusionante. La terrible falta de atención a los cuidados que existe dentro de la política y que, dados los tiempos, siempre se dejan ´para mañana´», apuntó el secretario general de Podemos. Con todo, señaló que en Podemos tienen asumido que en la política «están de paso, no como en otros partidos donde se agarran más al sillón».

A esa actividad hizo también referencia Mínguez. «Siento que me he quedado sin las fuerzas necesarias para seguir. han sido los tres años más intensos de mi vida», declaró ayer. A la cara más amarga de la política aludió asimismo al señalar que «la labor en política en primera línea no es demasiado agradecida», aunque resaltó que se va «orgullosa» de sí misma, recodando que fue «de las primeras personas que se ensució el culo en la plaza y de vivir en primera persona el asalto a las instituciones».