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Fiestas de Paterna

Coheteras de cuna

Media docena de mujeres cuenta experiencias y sentimientos en la Cordà de Paterna y analiza la evolución del papel femenino - Una de las participantes cumplirá esta noche 25 años tirando cohetes, una debuta y otra se lo perderá por su embarazo

Coheteras de cuna

Emoción, adrenalina, nervios, concentración, pasión y sentimiento, aderezado con humo y fuego, forman el cóctel preferido de los y las paterneros: la Cordà. Esta madrugada a partir de la 1.30 horas, 361 tiradores acreditados quemarán en poco más de 20 minutos, más de una tonelada de pólvora en forma de 70.000 cohetes. Un 20 % de los participantes serán mujeres. 51 féminas con su número y su cajón. Algunas cumplirán este 2017 sus bodas de plata en la Cordà, mientras que para otras será su debut, su primera vez. Levante-EMV las ha reunido en el mismo Carrer Major de Paterna antes de que se pongan el mono de cuero, los guantes, las botas y el casco protector.

Sabrina cumple 25 años como tiradora en la Cordà

Sabrina Redón celebrará esta madrugada sus bodas de plata como tiradora en la Cordà. Solo el embarazo le hizo perderse una edición. Pese a todo, es la paternera con más participaciones en el fuego del último domingo de agosto. Y eso que sus inicios con la pólvora no fueron precisamente halagüeños. "De pequeñita me queme en el cuello cuando tiraron un cohete en una falla; tuve que estar un tiempo acudiendo a cueras y cogí miedo. En aquella época se tiraban cohetes por la calle y claro tenía un problema: o perdía el miedo o me tenía que ir de Paterna», recuerda la joven de 38 años. Por ello, decidió enfrentarse a sus miedos y «la verdad es que me gustó la pólvora y ya no he dejado de participar en la Cordà".

Su trayectoria le permite analizar con propiedad la evolución del papel de la mujer en la fiesta. "Estoy muy contenta. Ha habido algún año que he entrado sola, siendo la única en la calle mayor. Nunca nadie me ha puesto problemas, me acogieron muy bien como 'la niña de la Cordà' y la evolución es buena, cada año hay más tiradoras", sostiene. ¿Un consejo? "Participar en la Cordà te tiene que nacer, o querer vencer al miedo como yo y sentir esa mezcla de emoción y adrenalina. Yo aconsejo entrar primero en el cohetódromo para ir rompiendo la mano, aunque aquello es diferente", admite.

Pilar Mateo se estrena como tiradora

Pilar, compañera de Sabrina en la comparsa Almogàvers, debutará esta madrugada como tiradora en la Cordà. "Estaré en la primera línea de la batalla con el fuego", explica con los nervios del estreno. Aunque no es neófita en el espectáculo pirotécnico. "Me ha gustado siempre, he entrado al recinto desde los 14 años, pero solo como espectadora sin la responsabilidad de tener un cajón", reconoce. Y es que cada cajón esta custodiado por cuatro personas: el que lo abre, el que coge los cohetes, el que los enciende y el que los tira. Todas ellas deben poseer el título de Consumidor Reconocido como Experto (CRE).

"Tras unos años sin participar me animé a volver pero, por trabajo, me ha sido imposible obtener el CRE hasta este año y la verdad es que espero vivir con emoción mi primera Cordà como participantes, con mi cajón, mi número y con la responsabilidad de hacerlo bien", afirma. Y espera que no sea la última. "La idea es seguir mientras me siga corriendo la pólvora por las venas", anuncia.

Ana Cordero, cuatro años a tope disfrutando de la Cordà

"Mira, mira, solo de contarlo se me pone la piel de gallina". Es Ana, tiene 28 años y hace cuatro que se metió en el mundo de la Cordà, de la mano de Quasi Penya. Lo suyo es pasión y expresar qué se siente al participar en la Cordà "es indescriptible, una sensación que tienes que vivir tu mismo para saberlo. No encuentro las palabras. Es un estado de euforia pero también de concentración, el sentirte apoyado por tu peña, ver que el pueblo está disfrutando del espectáculo", narra.

Para la joven hay dos momentos clave es la Cordà. "Uno es cuando nos estamos vistiendo. Ese es es precioso. Todos concentrados en cada detalle del traje. El otro es cuando llegas a la calle Mayor, vas hasta tu cajón, ves tu número, y cuando pasa la bengala y se enciende la traca y llega hacia ti, piensas ahora sí que sí. A por ello", revive.

Asun Fambuena, tiradora desde el año 1991

A sus 48 años, lleva a sus espaldas tiradas y tiradas . Su pasión por la pólvora le viene de la tradición paternera. "Aquí, desde bien pequeñito te ponen el cohetito en la mano y luego sigue tu evolución natural: cuando acabas el pasacalle infantil, pasas al adulto y luego, cuando una se siente preparada, da el salto a la Cordà. Yo empecé a salir en la Cordà en el 91, solo he fallado cuando estaba embarazada o por motivos de trabajo, pero en esos años ya llevo unas cuantas", recuerda.

"Para una paternera poder salir en la Cordà es lo máximo, es contribuir a perpetuar ese acto tan simbólico y especial y que en Paterna es diferente: la millor Cordà del món. Poder formar parte de eso y vivirlo en primera persona, toda esa descarga de adrenalina que experimentas no tiene precio", expresa la integrante de la Penya Els Socarrats

El embarazo impedirá a Amparo participar en la Cordà

El sentimiento es encontrado. Se va a perder la Cordà, pero por un bonito motivo. Amparo Fuster, de la comparsa Alima, salía el viernes de cuentas y si Jorge no llegaba al mundo antes de esta madrugada intentaría ver la Cordà desde un balcón familiar en el mismo Carrer Major. Le brillan y se le humedecen los ojos cuando piensa que su hijo ya ha vivido estas fiestas casi en primer persona. "He visto el desfile, ha oido música, petardos... para que se vaya ambientando; y ya tiene preparado el cajón para salir en el pasacalle infantil del próximo año", comenta orgullosa. Pero también ha habido malos momentos. "No pude desfilar con la comparsa y me pase todo el desfile llorando. Fue una un sentimiento extraño", admite.

Y es que Amparo es el fiel reflejo de la tradición de transmitir la pasión por la fiesta y la pólvora de padres a hijos desde la cuna. "He vivido las fiestas desde pequeña con mis padres que son peñistas. Desde los 16 años llevo tirando. Es una tradición familiar. Mi padre empezó con 14 y en casa siempre se ha visto cercano y familiar el mundo de la pólvora", explica la chica de 30 años.

Amparo también valora la evolución de la integración femenina en la fiesta paternera. "La sociedad va avanzando y el papel de la mujer es cada vez más relevante y en la Cordà también se nota. Antes era solo de hombres, con peñas masculinas y ahora son mixtas y con muchas mujeres que tiran igual que los hombres", apunta.

Nerea probó en la Cordà para acompañar a su novio

Nerea Soler, de 22 años, decidió participar en la Cordà hace dos años. "Mi novio lleva mucho años entrando en la Cordà y siempre tenía la espinita de no hacerlo: somos paterneros y hay que participar en la Cordà una vez en la vida. Fue entonces cuando participé por primera vez con mi novio, mi padre y mi padre", rememora. En estas dos ediciones ha vivido "sentimientos difícil de explicar con emoción, nervios y adrenalina. Hay que estar ahí para sentirlo". Pese a su juventud sostiene que la fiesta "siempre tiene un margen de mejora" pero "respetando las tradiciones para que la fiesta no pierda la esencia de toda la vida". En este sentido, anima a chicas y mujeres a participar como tiradoras en la Cordà. "Que al menos lo prueben una vez en la vida. Seguro que repetirán", asegura.

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