La DANA que estos días afecta a la península ibérica y que ha provocado numerosas tormentas -también en Valencia- es una depresión aislada en altura que, muchos, prefieren llamar gota fría.

A grandes rasgos, se trata de una bolsa en altura de aire muy frío (polar) que es inapreciable a niveles más bajos ya que se encuentra en la alta troposfera. Nace por un corte brusco de su corriente originaria, la corriente en chorro (polar), que cruza el planeta de oeste a este. En ocasiones, esta corriente, que suele ser casi rectilínea, puede ondularse mucho y provocar una ruptura del chorro que, si recupera pronto su trayectoria normal, deja aislada una bolsa de aire que se desgaja de la trayectoria habitual y adquiere entidad propia.

Esta bolsa, que contiene aire muy frío, no sigue el itinerario habitual para ese tipo de aire (el flujo de oeste a este), hasta el punto de que incluso puede ir al revés: de este a oeste, o incluso descender a niveles más bajos de la atmósfera. De hecho, el comportamiento de la bolsa de aire frío en altura o DANA es muy impredecible para los meteorólogos.

El final de la depresión aislada en altura o DANA se produce porque la bolsa de aire se reintegra en la corriente del chorro de la que se había desligado originariamente, o bien cuando se diluye en el aire que la envuelve.