Los edificios que usan la geotermia para climatizarse en la provincia de Valencia se pueden contar con los dedos de una mano. Uno de los ejemplos es la ciudad administrativa Nou d'Octubre, ubicada en la antigua cárcel modelo de València, que utiliza la energía geotérmica en una de sus alas para climatizar unos 2.000 metros cuadrados con una potencia de 180 kW, según explicaron fuentes de la empresa Energesis, responsable de la instalación, durante la construcción del complejo administrativo. Sólo esta instalación permite un ahorro del 50 % en la factura de electricidad y evita la emisión a la atmósfera de 26,8 toneladas de CO2 al año.

Esta misma empresa es la que construyó en 2008, en Gandia, el primer edificio de toda España en utilizar la geotermia como método de climatización. Según el profesor de la Politécnica, Javier Rodrigo, la utilización de la geotermia debería ser «obligatoria y estar incluida en el Código Técnico de la Edificación. Y, al menos, los edificios públicos deberían predicar con el ejemplo y utilizar esta energía renovable». También habría que poner de acuerdo a varias administraciones en la tramitación de permisos para el uso del agua subterránea. «Las confederaciones van a estar a lo que diga el legislador, pero la Conselleria de Medio Ambiente es muy limitante», señala el profesor de la UPV.