El contrabando de tabaco va unido a la proliferación de puntos de venta ilegales, donde se favorece el acceso de los menores a este producto que, además, no está sometido a los controles de consumo obligatorios. Las tiendas minoristas de venta al público en las que está prohibida la venta de tabaco acumulan la mayoría de denuncias, seguidas de los bares que no utilizan las máquinas expendedoras destinadas al comercio legal y de las viviendas particulares que, a modo de estancos clandestinos, realizan esta actividad. Y es que vender tabaco en un establecimiento distinto a un estanco no es tan sencillo como instalar una máquina expendedora y ya. Para vender tabaco la autorización es obligada y debe ser renovada cada tres años, además de acreditar la procedencia lícita del producto y una factura o ticket que acredite su venta. La normativa es la misma para bares, restaurantes, discotecas, salas de fiesta, hoteles, quioscos... Y no cumplirla implica sanciones que oscilan entre los 600 y los 3.000 euros.

El Comisionado para el Mercado de Tabacos asegura que solo en 2016 el Ministerio de Hacienda sancionó a 368 establecimientos por incumplir la normativa que rige la venta de tabaco, un 30 % más que el año anterior, donde se registraron 284 multas por el mismo motivo. La valenciana es, además, la tercera autonomía con más expedientes abiertos por la venta ilegal de tabaco con 156 expedientes abiertos en Alicante, 68 en Castelló y 144 en València.

Un tercio de las sanciones interpuestas en 2016 responden a la falta del permiso de venta (124) de las que 51 se interpusieron en la provincia de Alicante, 23 en Castelló y 50 en València. Carecer de autorización conlleva sanciones de hasta 3.000 euros. Otro de los principales motivos de las sanciones reside en la falta de vendís, es decir, las facturas que reciben los establecimientos con la compra de tabaco. La ley obliga a guardar los vendís de todo un año. En 2016 los inspectores sancionaron a 110 establecimientos (38 en Alicante, 18 en Castelló y 53 en València) con multas de 601 euros. Esa misma cuantía también se aplica para aquellos locales que carecen de llave de la máquina expendedora. Los expedientes por carecer de llave sumaron 43 el año pasado.

Hasta en los estancos

El resto de expedientes sancionadores responden a otro tipo de infracciones como la venta de tabaco a precios distintos a los estipulados, la falta de tabla de precios oficiales, acumular cajetillas en lugares que no sean la propia máquina o carecer del dispositivo de activación para evitar el acceso de los menores a la venta de cigarrillos.

Las sanciones de los inspectores llegan, incluso, hasta los estancos, cuya apertura está estipulada por ley a través de concesiones. Por ello, el volumen de infracciones es muy menor ya que solo hubo 18 el año pasado (6 por suministro irregular, 8 por exceder el ámbito de la concesión y 4 por no emitir vendís.