Unos 2.500 sacerdotes procedentes de toda Colombia, así como de Chile, Perú, Ecuador y México, participarán en la misa masiva que oficiará mañana en Bogotá el papa Francisco ante unos 600.000 fieles y en la que se utilizará vino de València y hostias donadas por una empresa colombiana.

«Somos una empresa familiar de vinos y hostias de misa. Decidimos hacer una donación de todo el vino y las hostias que va a tomar el santo padre y que van a recibir sus concelebrantes en la celebración de Bogotá», explica Lucía del Pilar Gómez Carrillo, la portavoz de Distritexto, compañía colombiana que hizo la donación. En concreto, esta empresa importa el vino de consagrar San Leandro, elaborado en la Baronia de Turís, «de los viñedos más antiguos de Europa», según publicitan en su página web.

Este vino es apto «para la celebración de la Santa Misa» y cuenta con la aprobación del Arzobispado de València. Se trata de una bebida que surge de «un proceso de elaboración único» gracias a «su paso por barrica de tres meses», que le «brinda un sabor profundo», aseguran desde Distritexto.

Esta empresa, que emplea a muchas mujeres cabeza de familia, aportó otras 60 hostias para el pontífice y 4.000 para los concelebrantes. En total se donaron medio millón de hostias para el público que asista a las eucaristías que se celebrarán en las ciudades colombianas de Villavicencio, Medellín y Cartagena desde hoy hasta el domingo.

«Entre las distintas hostias hay diferencias, las que tendrán los que celebrarán la misa con el papa son unas grandes, las del papa serán las más grandes para que todo el mundo las pueda ver en televisión y las del público serán más pequeñas», detalló.

Finalmente, Gómez Carrillo apuntó que las hostias que se distribuirán en las misas del papa en Colombia se producen de acuerdo con las directrices del derecho canónico, con harina de trigo «pura» sin conservantes ni aditivos y agua purificada y filtrada.

De esta manera, en el tercer viaje apostólico de un papa a Colombia, después de los que hicieron Pablo VI en 1968 y Juan Pablo II en 1986, el papa Francisco contará con todos los alimentos necesarios para llevar a cabo las misas en esta visita a Latinoamérica.