Los populares valencianos recobieron ayer el ´castigo´ de todo el arco parlamentario por la ´sobredosis´ de sus más de mil propuestas de resolución presentadas para ser debatidas en una sesión de diez horas y en la que el margen de estudio (el que pasa entre que se registran y se discuten los documentos) es de apenas unas horas en medio de la madrugada.

PSPV-PSOE, Compromís, Ciudadanos y Podemos, que sí se ajustaron al acuerdo de limitar las propuestas a cien, optaron por hacer el vacío al PP y a primera hora de la mañana anunciaron que las rechazarían en bloque, como así fue. Ciudadanos sólo les concedió la abstención, pero admitió que ni siquiera se tomaría la molestia de leérselas.

El rifirrafe por la alud de propuestas del PP marcó una jornada parlamentaria que se demostró inutil un año más y mucho más crispada que la del día anterior. Los partidos acusaron al PP de pretender «bloquear» y restar interés al debate sobre el estado de la Comunitat, mientras que los populares consideraron inaudito que les reprendan por trabajar.

Para el portavoz socialista, Manuel Mata, «se sale de la racionalidad» forzar a los ordenanzas a estar escaneando «miles de documentos». «La política no se hace a peso», indicó. Por su parte, la portavoz adjunta de Compromís, Mireia Mollà, denunció la actitud de bloqueo del PP. «Es un ejercicio de masoquismo leer esas iniciativas», añadió tras subrayar que muchas de las propuestas del PP son «corta y pega».

Podemos, por su parte, registró una pregunta parlamentaria al Consell para conocer el coste económico de los recursos movilizados para atender todas las resoluciones. Para la síndica de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, esta forma de trabajar «al peso» del PP es «un insulto» a les Corts, a los trabajadores de la Cámara, a los grupos parlamentarios y al Consell.

En respuesta a todos, la diputada del PP Eva Ortiz destacó que su grupo se ha dedicado este verano a trabajar y a recorrerse la Comunitat para saber lo que interesa a los ciudadanos: «Les cabrea porque tienen que trabajar» y calificó de auténtica vergüenza que se cuestione que haya diputados que hayan trabajado de madrugada, pues les «pagan por trabajar».

La amenaza de los críticos de Cs

En este clima de desencuentro y de ninguneo al PP, el Consell bipartito se planteó como estrategia contentar a Ciudadanos y apoyarle el grueso de sus propuestas, una policía que trasladó a Podemos, salvó las controvertidas enmiendas sobre impuestos y residuos.

Al final, como era de prever, el pleno se alargó hasta bien entrada la medianoche. Pudo ser peor, ya que los no adscritos de Ciudadanos y el propio PP llegó a sopesar pedir votación separada de cada una de las más de 1.000 enmiendas. De haber sido así, el pleno podría haber durado toda la madrugada.