Más de 1.300 propuestas de resolución se habían registrado (mil con sello del PP) para ser debatidas en la segunda sesión del Debate de Política General celebrado ayer en las Corts pero, en la práctica, sólo dos llevaron de cabeza a los grupos de izquierda que sostienen al Consell.

Las propuestas de la discordia, ambas firmadas por Podemos, visibilizaron en la Cámara dos cuestiones no resueltas y que son puntos de conflicto entre los socios de Gobierno: la tasa turística y el el sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR).

Tras horas de negociación a tres bandas, con supervisión directa de Presidencia, la foto final fue de fractura en el Botànic con Compromís dando sus votos a Podemos y el PSPV optando por la abstención o directamente votando en contra. Aunque las resoluciones no son vinculantes, lo ocurrido ayer en la Cámara agrieta la imagen de un Botànic unido en el ecuador de la legislatura y podría ser un avance de las estrategias de tres partidos condenados a estar unidos, pero también a diferenciarse conforme avanza la cita con las urnas.

La conveniencia de instrudir en la Comunitat una tasa que grave las pernoctaciones turísticas, la conocida como tasa turística, es objeto de discusión en el seno del bipartito (el PSPV la ve con excesivo recelo y Compromís está a favor) desde el inicio de la legislatura, pero ayer la división quedó reflejada en las votaciones. Ya por la mañana, el PSPV avanzó que se abstendría al indicar que, como la plantea Podemos (un impuesto sobre la actividad turística) no era aceptable, mientras que Compromís, por convencimiento y por no desairar a la formación morada, se mostró dispuesto a darle su voto. Hubo intentos de transaccionar el texto (Compromís quería sumar al PSPV para no dar imagen de fractura), pero el objetivo naufragó, ya que las diferencias de los socios del Botànic son de fondo.

La tasa turística preocupa y mucho al PSPV que se mira en el espejo de Baleares y teme que si no está bien planteada le pase factura en las urnas. Además, el sector turísitco está en contra y Presidencia de la Generalitat no quiere poner en armas a los empresarios hoteleros, sobre todo al lobby de Benidorm. Es un tema en el que el presidente ha tratado de poner paños calientes y el paso adelante dado por Compromís no gustó.

La resolución de Podemos no incluía plazo de ejecución y era bastante genérica: «pedir el impulso de un impuesto sobre la actividad turística», pero suficiente, en opinión del PSPV, para soliviantar al sector.

En principio, con Compromís a favor, Podemos se garantizaba sacar adelante la votación por un ajustado margen ya que Ciudadanos iba optar, como el PSPV, por la abstención. Ademos, lo no adscritos procedentes de Ciudadanos respaldaban la tasa. Sólo los diputados del PP votaron en contra.

A última hora de la noche el PSPV sopesó pasarse al no para que la propuesta no saliera aprobada. Finalmente no lo hizo y la moción se aprobó. La clave era los escaños ocupados.

La controversia interna vino bien al PP: «Habrá tasa turística, Puig se plegará a Compromís», atizó la popular Eva Ortiz.

Tampoco las negociaciones entre diputados de Compromís, Podemos y PSPV (y la intervención de la propia consellera de Agricultura, Elena Cebrián) llegaron a buen puerto sobre el conflictivo sistema de nuevo sistema de recogida de envases que enfrenta a los empresarios y a la conselleria. La propuesta de Podemos quería instar al Consell para que finalizara la revisión del Plan de Residuos e incluyera el sistema de depósito SDDR, así como un programa ambicioso de residuos.

A primera hora de la mañana, Cebrían veía salvable el acuerdo si Podemos aceptaba modificar el texto y aproximarlo a otra moción de Ciudadanos que hablaba de estudiar la implantación. Hasta cinco textos diferentes se manejaron en los que el PSPV quería introducir una serie de cautelas, como la necesidad de un plan piloto, apostillas que para los podemistas era directamente desvirtuar la propuesta y alargar en el tiempo la iniciativa. Sin acuerdo, Compromís mantuvo su apoyo a Podemos y el PSPV decidió votar no, aunque aceptó la de Cs. Podemos se quedaba así sin apoyos suficientes.