La asociación de propietarios de vecinos de Calicanto mantuvo ayer una reunión informativa con representantes del Ayuntamiento de Chiva para «pedir explicaciones» sobre cómo se gestionó el brote de legionela detectado el pasado mes de agosto en algunas de las urbanizaciones de la zona y que se cobró la vida de un hombre y afectó a otras cinco personas.

El alcalde de Chiva, Emilio Morales, el concejal de Sanidad, Joaquín Furriol, el concejal de Administración General, Fernando Casanova, y la concejala de Servicios Sociales, Cristina Suárez, asistieron a la sesión en la sede de los vecinos de Calicanto que se desarrolló entre reproches de los vecinos ante la «falta de información» ofrecida por el consistorio y cuyo objetivo era conocer qué medidas va a tomar el ejecutivo local para que «no se vuelva a repetir la situación».

Entre los asistentes se encontraban los familiares de varios de los afectados por el brote y uno de ellos, cuyo pariente se encontraba de viaje cuando desarrolló los síntomas, planteó la posibilidad de pedir una indemnización ante la falta de cloración de algunas zonas de red de abastecimiento que está en manos de la UTE Aguas de Chiva, responsable de la gestión del agua de la zona.

La tensión existente era evidente en un encuentro en el que los residentes de las colonias exigieron al consistorio mayor control sobre las labores desarrolladas por la UTE y que se intensifiquen los controles de calidad del agua. Por su parte, Morales explicó a los vecinos que desde el ayuntamiento se ha abierto un expediente sancionador contra la UTE y que se va a revisar el contrato existente con las empresas gestoras del agua para ver «qué puntos se han incumplido» ya que si finalmente se demuestra que el resultado de las ausencia de cloro en la red de agua se debe a una negligencia por parte de Aguas de Chiva, esta habría incurrido en una falta muy grave y podría enfrentarse a multas millonarias. Este expediente se suma al abierto por la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, aunque este es de carácter informativo.

Otro de los focos de tensión en el encuentro entre consistorio y residentes se produjo con motivo de las medidas que se tomaron para el control del brote de legionela. Estas labores consistían en el vaciado, limpieza y clorado del depósito para su desinfección, ya que los técnicos de Salud Pública entendían que el origen del brote se encontraba allí. Los vecinos insistieron en que «en ningún momento» se cortó el suministro de agua y algunos de ellos confesaron que se encuentran «asustados» y que por ello demandan explicaciones.