El jefe del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad, teniente general Francisco José Gan Pampols, fue el invitado por el Club de Encuentro Manuel Broseta para abrir la temporada 2017/2018 de los tradicionales coloquios. El máximo responsable de la base de Bétera ofreció una conferencia titulada «Estrategia, Geopolítica e Incertidumbre en el S. XXI», donde dio a conocer la realidad militar en la que se encuentra el mundo en su totalidad, pero en especial los casos que afectan a la seguridad nacional.

El teniente general no quiso dar importancia a los recientes ataques terroristas pero aseguró que «no estamos perdiendo en absoluto la guerra contra el yihadismo». Gan acusó a los medios de darle notoriedad, ya que, según el dirigente militar, «la situación de alarma la generan los picos de comunicación que proliferan».

Para los altos mandos militares el terrorismo islámico es «un problema que esta ahí, lo único es que ahora ha llegado a los países europeos», matizó el invitado al Club de Encuentro Manuel Broseta, aunque dejó un mensaje tranquilizador al decir que «en términos de globalidad, gana la libertad».

La coordinación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad fue uno de los puntos que destacó Francisco José Gan, situándola como «muy buena», aunque advirtió que «eso no significa que se esté a salvo de cualquier atentado, pues la seguridad al cien por cien no existe». Para ello, quiso explicar la situación en la que se encuentra España tras los atentados de Barcelona y Cambrils.

«Todo tiene que ver con los niveles de alerta, ahora estamos en nivel 4, pero si aumentara el riesgo y subiera el último escalón, serían las fuerzas armadas las que tomarían el puesto de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para permitirles, como medios especializados en el tema antiterrorista, centrar sus esfuerzos en las investigaciones correspondientes», explicó el teniente general.

Eludió la polémica con Cataluña

Sin embargo, Gan no quiso contestar a la polémica generada, precisamente, con la falta de coordinación entre Mossos d'Esquadra y las fuerzas dependientes del Estado en los ataques de las Ramblas y Cambrils y la explosión de Alcanar.

Entre las soluciones que aportó Francisco José Gan para afrontar los ataques terroristas de 'lobos solitarios' o de pequeñas células difíciles de detectar , señaló la «prevención». «Hay que poner en conocimiento lo máximo posible de la realidad, las posibilidades de atentar en la sociedad y los métodos de respuesta. Sobre todo, con la aportación de inteligencia a nivel nacional e internacional, pero el problema es que la planificación está centralizada y la ejecución descentralizada», indicó el jefe del Cuartel de Bétera. Además de estas medidas, «hay que cortar las vías de financiación y de comunicación», apuntó el militar.

«Yo dije que no había ataques porque se estaban haciendo las cosas muy bien, lo que no significa que se esté a salvo», puntualizó el teniente general. Del ataque terrorista en Catalunya, Gan cree que «las lecciones que se han sacado nos servirán para mejorar los canales de información y para concienciar a la sociedad del peligro existente, estarán más atentos ante posibles acciones de este tipo». También quiso destacar la necesidad de cooperación desde los puntos religiosos que ayuden a «informar de fenómenos de radicalización de imanes, por ejemplo, la Federación de Entidades Islámicas, que tiene que tener obligaciones al respecto», expuso Francisco José Gan.

Puso en conocimiento la realidad

La exposición del también jefe del Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN en España quiso dar a conocer a los socios del Club de Encuentros Manuel Broseta las verdaderas realidades en las que se encuentra el panorama internacional. Con varias imágenes de mapamundis, Gan demostró que la realidad se adapta a los conocimientos inculcados desde pequeños y a las muestras de realidad de forma externa.

Entre los problemas destacó la vejez de Europa, siendo España el país que se sitúa a la cola. Por ello, Francisco José Gan explicó la necesidad de mano de obra que provendría de África, pero estos necesitan de una formación en su origen. Para evitar problemas de clanes, el teniente general expuso que primero hay que garantizar «la seguridad, supervivencia y gobernanza, no se pueden imponer elementos democráticos, tiene que ser voluntario».

Además, Gan aclaró que la guerra del siglo XXI «es la del agua pero esa no se ve».

Respecto los problemas actuales los dividió en: proliferación de armas de destrucción masiva, conflictos armados, ciberamenazas, calentamiento global, crimen organizado, piratería, dependencia energética, desastres naturales y filtros migratorios irregulares.