Una de las 290 medidas que recoge el pacto pionero firmado ayer por todos los grupos políticos con un consenso nunca antes visto incluye, entre sus piedras angulares, la creación de una oficina única para la recogida de todas las denuncias que formulen ante la Policía Nacional las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia machista.

Es una vieja reivindicación del Sindicato Unificado de Policía (SUP), que, de momento, sólo ha encontrado eco en la Conselleria de Igualdad, que se ha ocupado de que el pacto recoja su creación para agilizar los farragosos trámites que se abren ante una víctima una vez que da el paso más difícil y peligroso: denunciar a su maltratador.

El SUP, no como recordó ayer su secretario de Igualdad y Conciliación en la Comunitat Valenciana, Miguel Ángel García, elaboró un extenso informe para denunciar que, en la actualidad, una ciudad como València no dispone de una oficina única, sino que cada víctima acude a la comisaría que considera oportuno y es recibida por agentes especializados en la tramitación de diligencias y denuncias, pero no en igualdad ni en violencia de género.

El sindicato volvió a denunciar que debido a esa situación, en la práctica, «las víctimas de violencia machista se ven obligadas a aguardar en la misma sala de espera que los ciudadanos que acuden a cualquier otro trámite y a confesa su situación ante el resto de la gente», con la exposición que ello supone y que, en ocasiones, acaba coartando su intención de pedir ayuda y firmar la denuncia por el maltrato. A ello se une la «desoladora» situación de las instalaciones de algunas de esas comisarías, como es el caso de Trànsits o Marítim.

El proyecto elaborado por el SUP, viable con sólo 11 policías, fue entregado a la Jefatura Superior de Valencia, que «ni siquiera ha respondido a la propuesta», realizada hace más de un año. Así las cosas, entregaron una copia a la conselleria, que sí escuchó la propuesta hasta incluirla en el pacto, y a la Delegación del Gobierno.