La empresa Gedsa Ingeniería Documental, con sede en Picassent, trabaja a marchas forzadas desde el pasado jueves en la retirada y limpieza de los 8.000 tomos distribuidos en 1.173 cajas de los cuatro juzgados más afectados por el fuego: Primera Instancia 1, 2, 3 y 4.

Catorce personas en dos turnos, desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche, pertrechadas con aspiradoras, pinceles, mascarillas y guantes limpian minuciosamente los expedientes manchados de cenizas u hollín. O secan los que se han mojado por el agua utilizada durante la extinción del fuego.

«Cada juzgado tenía entre 600 y 650 procedimientos, que muchos incluyen varios tomos, por lo que estamos hablando de alrededor de 8.000 tomos afectados, de los que se podrán recuperar el 90%», explicaba Joaquín Munuera Cascales, director de operaciones de Gedsa Ingeniería Documental.

La empresa tiene experiencia en digitalizar y recuperar archivos afectados por inundaciones, aunque nunca se había enfrentado a los efectos devastadores de un incendio. No se nota. El operativo que han logrado montar en tiempo récord prevé hasta el más mínimo detalle para minimizar el caos que conlleva cualquier siniestro.

«Las cajas se han retirado identificando el juzgado y funcionario al que pertenecen», explica Munuera a Levante-EMV. Y se ha habilitado para su limpieza un «espacio no conectado al aire acondicionado, que se ha plastificado completamente, incluido el techo, para evitar filtraciones. Esto es como una burbuja», explicaba la gerente de la Ciutat de la Justicia.

Los catorce operarios de Gedsa (siete por turno) trabajan en cadena. «Hemos empezado por los más urgentes [por indicación de los funcionarios] y los menos afectados». Si las carpetas que contienen los expedientes judiciales están muy quemadas o «fumadas» se fotocopia y se crea una nueva carpeta completamente nueva.

La documentación que se retira se destruye de forma controlada para evitar la filtración de datos personales. Para el final dejan los expedientes más destruidos. «Muchos son ilegibles. Se levantará acta antes de destruirlos, porque no se pueden valorar volúmenes de ceniza», explicaba Munuera. Un trámite previsto en la ley de enjuiciamiento civil como paso previo a la reconstrucción de los expedientes.

Durante la jornada de ayer la Ciutat de la Justicia reabrió sus puertas con normalidad -excepto para los 28 juzgados cerrados-. Sólo en algunas sedes de lo social más cercanas a la zona del incendio algunos funcionarios sufrieron molestias. En el registro único de entrada también se presentaron 7.000 escritos, según el TSJCV.