La Cámara de Contratistas de la Comunitat Valenciana (CCCV) aplaude la propuesta de la Conselleria de Educación de modificar los pliegos de condiciones para reducir el peso de la oferta económica en las licitaciones con el fin de evitar sobrecostes en la construcción de colegios, como adelantó Levante-EMV. «Estamos totalmente de acuerdo, porque queremos que se expulse a los temerarios del mercado, porque son competencia ilícita», explica el director gerente de la CCCV, Manuel Miñes.
La crisis que sufre el sector de la obra civil ha provocado, según explica Miñes, que «se hagan locuras para lograr adjudicarte la obra en licitación y se presenten bajas temerarias que hacen mucho daño al sector». En la licitación de una obra pública las bajas temerarias se obtienen calculando la media de la rebajas en el precio que ofrece cada uno de los licitantes. «Cualquier rebaja de precio de licitación que se ofrezca dos o tres puntos por debajo de la baja media se puede considerar temeraria», detalla Miñes.
Y el problema es que algunas Administraciones «abogando maquiavélica o erróneamente por el interés público han adjudicado, a sabiendas, las obras por debajo de su coste real», explica Miñes. Incluso se les ha advertido a algunas de estas Administraciones que «los precios unitarios de mano de obra estaban por debajo de lo establecido por el convenio en el sector de la construcción, pero hacen caso omiso y aceptan esta situación con la excusa de que 'el organismo contratante no está obligado a velar por el cumplimiento del convenio laboral y que es una obligación de la autoridad laboral si inspecciona la obra'. Increíble pero cierto».
Transparencia en la web
La Cámara de Contratistas insiste en que la vacuna contra estas malas prácticas es la transparencia. «En cualquier país de la UE cualquier web de un ministerio o sociedad pública ofrece información sobre qué obras están adjudicadas, a qué contratista, con qué precio y plazo, además de la cuantía de las anualidades... ¡Que se cumplen!». Además, en el caso de que haya un modificado de obra, un complementario o una paralización «se publica cuáles son los motivos y quién es el causante de esta anormalidad y en qué plazos se prevé va a regularizarse esta modificación contractual».
Por eso desde la Cámara de Contratistas reivindican que «la transparencia debe existir en la gestión de los recursos públicos y, por ello, debe comenzar por la contratación a precio real y no adjudicando en temeridad ni la redacción del proyecto ni la ejecución de la obra».
