El temor del Palau de la Generalitat de que la tasa turística se convierta en un arma arrojadiza electoral tiene fundamento. La polémica abierta en el Debate de Política General sobre la aplicación de un impuesto que grave las pernoctaciones turísticas ha rearmado al PP, que está dispuesto a sacar toda su artillería pesada contra un tema que considera crucial.

La presidenta del PP, Isabel Bonig, reunió ayer a responsables de municipales de su partido en materia turística para coordinar una serie de acciones en contra de la aplicación de la citada tasa, una campaña que no esperará a que el Consell tome una decisión al respecto.

El asunto reúne todos los requisitos para que el PP lo convierta en caballo de batalla contra el Consell. Los impuestos raramente despiertan simpatías entre la ciudadanía y ha levantado en armas al sector, que hasta ahora estaba conforme con el nuevo Ejecutivo. Frente a un Consell dividido -el PSPV no ve claro este impuesto y se resiste a aplicarlo, mientras Compromís es favorable y lo impulsa- el PP se muestra rotundo y se opone sin matices de ningún tipo.

Otra ventaja para el PP es que es el único partido del arco parlamentario con una posición claramente en contra, ya que Ciudadanos se puso de perfil.

En este contexto y cuando la controversia en torno al decreto del plurilingüismo comienza a languidecer, los populares valencianos volcarán sus esfuerzos en denunciar los males de la tasa turística y poner de relieve las diferencias entre los socios del tripartito.

Bonig pidió ayer la comparecencia en las Corts del secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, para que explique su posición. Cabe apuntar que el socialista es el que de forma más clara se ha opuesto a la implantación de la tasa.

Bonig exige también al presidente Ximo Puig que convoque el Consell de Turisme, en el que está representado el sector, para «escuchar, dialogar y pactar» esta cuestión. La síndica popular apuntó que no es casual que no haya mención alguna a la tasa en la ley de acompañamiento de los presupuestos que se encuentra en exposición pública. Expresó su sospecha de que se regule vía enmiendas al presupuesto, una fórmula que evita que el sector pueda alegar y que el texto sea sometido al dictamen del Consell Jurídic Jurídic.

La dirigente popular dedicó buena parte de su intervención ante la prensa a explicar los males que, en su opinión, tendrá para la economía valenciana la aplicación de la tasa. Así, denunció que no se aplicará solo a los turistas extranjeros, sino también a los valencianos que viajen por la Comunitat y que son el principal mercado de turistas en la autonomía. «Somos los propios valencianos los que tendremos que pagar la tasa», lamentó.

De igual modo, advirtió de que «no solo penaliza al sector hotelero, sino al empleo y el comercio porque es dinero que no tienen los turistas para gastar en alquiler coche, hostelería y restauración». «Lo que no queremos es que esta tasa sea de expulsión de los turistas porque si expulsan empresas y turistas... ¿Qué vamos a hacer en esta comunidad?», se preguntó. El PP presentará mociones en todos los municipios, una manera de amplificar el debate y poner en un brete al PSPV.