«Estamos un poco resignados ante la rescisión del contrato de construcción del colegio y tenemos muchas dudas que la nueva licitación de las obras se pueda hacer tan rápido como afirma el ayuntamiento», explica Sandra Capsir, presidenta del Ampa del Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Severí Torres de Villanueva de Castellón. «Queremos que el conseller Marzà venga al colegio y nos explique por qué nos ha tocado ser el ejemplo del cambio de política ante los sobrecostes», reclama.

La ampliación de este colegio de 350 alumnos y la construcción del CEIP Regina Violant de Almassora, uno de los 24 centros docentes de la Comunitat integramente en barracones, son las dos obras que la Conselleria de Educación rescindirá su adjudicación al incumplir las constructoras los plazos de ejecución. Ambos casos son el primer ejemplo de la política de«tolerancia cero» ante los sobrecostes en la construcción de colegios del tándem Compromís-PSPV. El Consell del Botànic descarta repetir la fallida experiencia de la empresa pública Ciegsa del Consell del PP, que quebró tras dejar un agujero de más de mil millones en modificados de obra y precios hinchados.

En los dos colegios Educación rechazó por «injustificados» los modificados al alza que exigían las adjudicatarias. Tras la negativa, la constructora del Severí Torres paró la obra en seco hace 12 meses cuando apenas había acometido un 2 % del proyecto. En Almassora sólo se ha ejecutado el 19,2 % en 15 meses. Las dos escuelas debían estar terminados en 18 meses.

En Almassora, los padres y madres de los 600 alumnos del centro, que lleva 11 años en barracones, volverán a protestar el lunes a la puerta del colegio. Al igual que en el primer día de este curso, los niños entrarán media hora más tarde a clase. Las familias critican que diciembre era la fecha para que los escolares estrenaran colegio,«pero la realidad es que no va a ser así: las obras siguen paradas y no hay visos de que se reanuden en breve».