La central nuclear de Cofrentes inicia hoy su vigésima primera recarga de combustible tras más de 22 meses conectada ininterrumpidamente a la red eléctrica nacional.

Se trata de una parada programada, con una duración aproximada de 35 días y una inversión de 21 millones de euros, en la que además de sustituir 252 elementos de combustible de los 624 que componen la totalidad del núcleo, se van a efectuar importantes modificaciones de diseño encaminadas a modernizar tecnológicamente la instalación, mediante la incorporación de nuevos componentes en equipos esenciales, así como en la digitalización de los sistemas de control principales.

Entre los trabajos más significativos destaca la instalación del nuevo sistema de venteo filtrado de la contención, la sustitución del motor de una bomba de recirculación, el cambio de los cargadores y baterías eléctricas de seguridad, la revisión del Turbogrupo y la digitalización de sistemas de control.

La central ha contratado a 1.100 personas adicionales a la plantilla habitual, gran parte de ellas procedentes de las poblaciones del entorno para poder llevar a cabo la realización de los más de 11.000 trabajos planificados a lo largo de los dos años del ciclo que ahora finaliza. La mayoría de estas actuaciones corresponden a mantenimiento preventivo e inspecciones en los principales equipos y sistemas de la planta.

Un aspecto fundamental en la incorporación del personal para recarga es su formación, tanto en aspectos específicos de tecnología nuclear, como en prevención de riesgos laborales. En total se han realizado 200 cursos específicamente diseñados para este fin.

Energía nuclear CO2El programa de actividades tiene como objetivo que, al finalizar la recarga, la central continúe operando durante un nuevo ciclo de dos años, con los más altos estándares de seguridad y fiabilidad.