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Entrevista a Francisco Javier Hergueta, director de Casa Mediterráneo

«Casa Mediterráneo no puede seguir siendo un cascarón vacío»

El nuevo director de la entidad llega con ganas tras haber pasado por 14 países y con el mandato de relanzarla

Hergueta se considera más gestor que diplomático. RAFA ARJONES

Exembajador de España en el Congo y Yemen,es desde este mes nuevo director general de . Se considera más gestor que diplomático, conoce una provincia en la que tiene casa en La Vila y está convencido de que Alicante puede convertirse en la gran puerta de Europa para el norte de África.

Francisco Javier Hergueta Garnica pasó a sustituir el día 1 de este mes al anterior director de Casa Mediterráneo, Miguel Oliveros, que ha sido trasladado a la Embajada de España en Londres. Hergueta nació el 25 de enero de 1958 en Santander, es licenciado en Derecho e ingresó en 1986 en la carrera diplomática. Ha estado destinado en Malta, Hungría, Perú, Croacia, Panamá, en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea, en Serbia donde en 2003 fue nombrado director del Instituto Cervantes en Belgrado. Posteriormente fue subdirector general de Relaciones Económicas Bilaterales con Europa y Países de la OCDE y en 2006 pasó a ocupar el puesto de consejero de Asuntos Culturales en la Embajada de España en Cuba, y en 2009 el de segundo jefe en la Embajada en Serbia. En octubre de 2010 fue designado embajador de España en la República de Yemen y posteriormente en la República Democrática del Congo. Desde este mes, nueva etapa en Alicante ¿Definitivamente? En la carrera diplomática nunca se sabe.

Del Congo a Alicante, ¿cómo se ha gestado el cambio de destino desde el África profunda?

Venía de ser embajador en el Congo y Yemen, e iba a ir a otro país tropical pero por razones familiares, y porque había caído enfermo por una malaria decidí volver a España y me encontré con que quedaba vacante la dirección de Casa Mediterráneo y un proyecto ambicioso. Tengo mucha experiencia en el mundo cultural y económico. Encima, tengo casa en La Vila. Estoy encantado. El puesto ofrece multitud de expectativas y, además, quién puede rechazar vivir en Alicante, una ciudad que lo tiene todo. He estado en 14 países y puedo afirmar que Alicante es una de la ciudades con la mejor calidad de vida del mundo y en un marco privilegiado. Me lo propuso la directora general de Medios, que es la que lleva las Casas, y no me lo pensé, la verdad.

Como gestor figura en su currículum la dirección del Instituto Cervantes de Belgrado. ¿Cuál va a ser su cometido en Casa Mediterráneo?

En realidad soy gestor antes que diplomático. Hay dos objetivos. Por un lado acercar los estados del Mediterráneo que está dividido en norte y sur pero con una cultura común. Hay gente que le gusta más decir que es mediterráneo a decir que es, por ejemplo, africano. Mediterráneo es una marca de calidad. Alicante tiene todo para ser una ciudad referente en el Mediterráneo, por su historia y su actividad económica, tanto la ciudad como la provincia. Por ejemplo, lo comparas con Marsella y Alicante es un modelo de integración social y cultural. No hay guetos. Y hay un tercer elemento, como es que está perfectamente comunicada. Tiene AVE, tiene un aeropuerto excepcional, carreteras? que facilita mucho el trabajo. Es fácil traer gente a Alicante. Puede convertirse en un «hub» económico del Mediterráneo.

¿Y cómo se hace eso?

Fomentando los intercambios, que venga aquí la gente. Ser una puerta de Europa. Por ejemplo, dejando aparte los vínculos con Argelia, hay dos países como son Túnez y Marruecos que siguen teniendo más relación con Francia que con España pese a que están más lejos. Tienen un vínculo muy grande con Francia cuando lo lógico sería que lo tuvieran con nosotros. Se trata de que demostrarles que España es un país tan o más desarrollado que Francia, podemos ofrecer un montón de cosas y muchísimo más cerca. El señor de Rabat, de Tánger o de Túnez, en vez de irse a París a ir a un banco, hacer un exposición o comprarse un banco se venga a Alicante.

¿Hay potencial en estos países?

Por supuesto. Dubai se ha convertido en la zona donde va todo el mundo. Nosotros tenemos, incluso, mucho más que ofrecer que Dubai porque tenemos todo el sistema bancario europeo. Cuando entras en Alicante tienes las entidades, la seguridad jurídica europea, la ley? y la proximidad cultural. La sensación en África y en todos los países en los que he estado es que España es un país amigo. La imagen que tienen en Africa de España es excelente. No somos un país racista, somos un país emprendedor, aunque también tienen una imagen de que España es un país antiguo. La clave es traerlo aquí y que lo vean.

¿Le han puesto en antecedentes de la polémica que rodea al centro? Sin acabar por la crisis económica y casi sin programación. ¿Qué tiene en mente?

Por justificarlo de alguna manera se puede decir que Casa Mediterráneo ha superado su fase de reestructuración y ahora mi mandato es bien diferente, la consolidación. Casa Mediterráneo tiene una deuda con Alicante y la prosperidad de Alicante es la prosperidad para Casa Mediterráneo. Si conseguimos hacer un gran centro cultural y de negocios todos nos beneficiaremos.

¿Terminar por tanto las obras será su primer objetivo?

Sí. Esta misma semana he tenido una reunión con los arquitectos porque tampoco se trata de hacer una obra porque está todo avanzado. Lo que hay que hacer es acabarla, por ejemplo, desde el punto de vista térmico y de espacios.

¿Tiene dinero?

Hay dinero. Será un proyecto modesto pero para que este mismo año podamos ofrecer ya a los ciudadanos una serie de servicios. Vamos a contar con una sala de conferencias, una sala de exposiciones y una biblioteca del Mediterráneo. Necesitamos la licencia del Ayuntamiento en esta primera fase y luego ya en una segunda fase más ambiciosa sería recuperar el edificio anexo que es de Adif y está un poco en ruinas. Me gustaría restaurarlo y tengo que decir que soy experto en obras. Me he pasado la vida haciendo trabajos en embajadas, un Instituto Cervantes que inauguré... Esto no puede seguir siendo un cascarón vacío, tiene que ser un centro vivo.

¿Actividad cultural?

Eso empieza ya. La primera va a ser un ciclo de «Escritores del Mediterráneo». Traer a escritores famosos que tengan relación con el Mediterráneo. El primero va a ser Javier Reverte y le seguirán Manuel Vicente, José María Gelbenzu? la idea es traer es un escritor cada quince días. Los vamos a hacer en colaboración con la Concejalía de Cultura. Y también tenemos en mente la idea de trabajar con temas que sean de actualidad y de interés. Esta misma semana hemos realizado un acto divulgativo de la bacteria Xylella Fastidiosa y queremos hacer también un gran congreso internacional junto a la Generalitat porque es una verdadera amenaza en estos momentos. Está en Guadalest y afecta a todos los frutales. Es un desastre. Pero también queremos hacer cursos para los alicantinos. Teatro, danza? nuestra idea es un futuro abrir una filmoteca en colaboración con el Ayuntamiento en el edificio anexo si podemos hacernos con él y obtendré dinero.

¿Casa Mediterráneo es un destino definitivo o para un diplomático de carrera esto es difícil de prever?

A mí me encantaría que fuera el destino definitivo. Qué más quisiera yo pero bueno. Normalmente esto tienes sus plazos. Dos, tres años y cambias. La verdad es que mis primeros días en Alicante están siendo fabulosos después de haber estado en destinos muy duros. En España no nos damos cuenta del nivel de excelencia que tenemos. Con todos los defectos, trabajar en Alicante es un privilegio.

Llega del Africa profunda. ¿Qué experiencia se trae? En España la crisis ha pasado una gran factura. ¿Nos quejamos de vicio?

España tiene un grave problema que es el paro. Un paro estructural. Hay países con mucho menos nivel económico que España como Polonia y tienen pleno empleo con la misma población que nosotros. Pero dejando esto aparte, España es un país prometedor con una cota de libertad, de desarrollo social, político muy alta. En un país libre y progresista de verdad. Y Alicante, en este contexto, es un modelo de ciudad mediterránea. Tiene turismo pero la provincia ha montado también un modelo industrial referente mundial. Benidorm nos puede gustar más o menos, pero es un modelo económico que funciona y tiene un éxito económico terrible, pero te vas a La Vila y encuentras un pueblo lleno de fábricas que han ido reconvirtiéndose. Hay que proteger el modelo de pymes, de empresas familiares, porque es un modelo en el Mediterráneo que sólo existe aquí. No lo hay en el sur de Italia, ni en Grecia, ni en Turquía. Solo se puede encontrar en Francia y en alguna zona de Italia, nada más. La idea que tienen los del norte de Europa es que ahí servimos café y no es así. La industria del juguete es la segunda de Europa tras la de Alemania y uno de los primeros del mundo con un grado de tecnología muy bueno.

¿El Congo y Yemen, sus últimos destinos, tienen emigración?

No. En el Congo no está desarrollado pero geográficamente es imposibles salir. Está muy lejos y para salir hay que tener mucho dinero. En el Congo la selva es un factor limitador. No tienen carreteras y es muy complicado moverse entre las ciudades. El tema de la emigración no lo he vivido. Un drama pero la verdad es que vivó otras cosas como la malaria que sufrí.

Como diplomático. ¿Cómo ve la situación a partir del 1 de octubre?

Es un tema en el que no quiero ni debo entrar. Eso sí, he trabajado mucho con la Generalitat. Como anécdota hice el primer diccionario serbo-catalán, que no quisieron pagar, por cierto, y lo tuve que pagar de los fondos del Ministerio (risas).

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