La central nuclear de Cofrentes inició ayer su 21. ª recarga de combustible tras más de 22 meses conectada ininterrumpidamente a la red eléctrica nacional. Para llevar a cabo esta parada técnica, Iberdrola ha contratado a 1.100 trabajadores adicionales pertenecientes a más de un centenar de empresas especializadas. La duración prevista de la recarga es de 35 días para realizar más de 11.000 trabajos planificados, que suponen una inversión de 21 millones de euros, según ha informado la compañía en un comunicado.

Se trata de una parada programada en la que, además de sustituir un total de 252 elementos de combustible de los 624 que componen la totalidad del núcleo, se efectúan importantes modificaciones de diseño encaminadas a modernizar tecnológicamente la instalación, mediante la incorporación de nuevos componentes en equipos esenciales, así como en la digitalización de los sistemas de control principales.

Entre los trabajos más significativos, destaca la instalación del nuevo sistema de venteo filtrado de la contención, la sustitución del motor de una bomba de recirculación, el cambio de los cargadores y baterías eléctricas de seguridad, la revisión del turbogrupo y la digitalización de sistemas de control. La central ha contratado a 1.100 personas adicionales a la plantilla habitual, gran parte de ellas procedentes de las poblaciones del entorno para poder llevar a cabo la realización de los más de 11.000 trabajos planificados a lo largo de los dos años del ciclo que ahora finaliza.

La última recarga se realizó el 27 de septiembre de 2015 y duró 45 días, con una inversión de 21,7 millones de euros. En ese periodo se contrataron a 1.300 personas para realizar más de 13.000 trabajos.