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Entrevista

Esteban González Pons: "No se puede negociar con el independentismo pero hay que repensar el modelo"

"Nada que objetar a Puig, la actitud irresponsable es la de Compromís" - "Si Cataluña se separa, afectaría mucho a la Comunitat, ¿por qué los valencianos no podemos votar?"

Esteban González Pons: "No se puede negociar con el independentismo pero hay que repensar el modelo"

La situac ión en Cataluña está desbordada: detenciones de cargos públicos, registros, protestas. ¿Cómo se llegó tan lejos?

Estamos en el peor momento que ha vivido la democracia española desde el 23-F. Puigdemont intenta un golpe de Estado como el del 23-F. Si triunfa se romperá la Constitución del 78 y la unidad de España. La diferencia es que entonces el cien por cien de la sociedad española se puso de parte de la Constitución y ahora una buena parte de la extrema izquierda está detrás de los golpistas. Llegaremos tan lejos como los independentistas de las instituciones catalanas quieran llegar. El Gobierno de España y las instituciones constitucionales responden a los retos de quienes quieren subvertir el orden.

El Gobierno saca a la policía a la calle y el Govern catalán fuerza las instituciones para imponer sus tesis. Si la política fracasa, ¿qué nos queda?

No es el Gobierno quien saca las fuerzas de seguridad, son los jueces. Y no se trata de la política, sino del Estado de Derecho. Para que exista política, tiene que existir imperio de la ley; sin seguridad jurídica no hay democracia. Hoy lo que está en juego no es la política, sino el Estado de Derecho, el respeto a las normas que nos hemos dado, que la Constitución esté por encima de la demostración de fuerza de cualquier presidente autonómico.

Entonces, ¿no ve posible una solución dialogada?

Partamos de la base de que Puigdemont está cometiendo un delito y que los independentistas catalanes también y cuando se produce un delito hay que impedir que el delito se produzca, no negociar con quien lo comete. Bajo el amparo de la Constitución todo puede debatirse y se puede llegar en su reforma tan lejos como quiera la mayoría, lo que no se puede es, ante una exhibición de fuerza en la calle, sentarse a negociar porque significaría que las normas jurídicas han perdido su eficacia.

¿No sería más sencillo dejar que los catalanes votaran en un referéndum pactado y con garantías?

Pero es que sobre la unidad de España decidimos todos los españoles, no sólo una parte. Cataluña nunca ha sido una nación independiente, forma parte de España desde el momento en que ésta se creó. Segregar Cataluña de España es dividirla en dos y sobre la división tendremos que opinar todos los españoles. Si se va a restar Cataluña de España, también quiero votar. La separación de Cataluña de España condicionaría mucho la situación de la Comunitat Valenciana, por qué no vamos a votar los valencianos. ¿Somos de menor categoría que ellos para votar si España se rompe o no?

No hace tanto el problema territorial estaba en el País Vasco y nadie vía el peligro en Cataluña. ¿Su partido hace autocrítica? ¿Podrían haber hecho cosas de otra manera para evitar esta crisis?

Yo distinguiría la situación que hoy vive Cataluña, de la que no hay más responsable que el actual Govern, de la solución de los distintos problemas territoriales que tiene España, que de esos somos responsables todos y entre todos hemos de responsabilizarnos de su solución. Hay que ir a esa comisión que plantea el PSOE sobre el modelo territorial en el Congreso de los Diputados y reformar el sistema de financiación de entrada, pero ni una cosa ni la otra puede estar vinculada a la secesión y al ataque a las instituciones.

¿El problema irresoluto del modelo territorial y la financiación ha sido caldo de cultivo para el independentismo en Cataluña?

No. Creo que de la comisión de un delito, no se puede obtener ventaja y estar mejor posicionado en una negociación. Y con quien comete un delito no se puede negociar ni justificar. Dicho esto, e, insisto, separando lo que pasa en Cataluña, España necesita repensar el marco de convivencia y un nuevo modelo de financiación.

¿Cómo explica entonces el incremento del sentimiento independentista en Cataluña?

No creo que haya exactamente un incremento del sentimiento independentista. En estos momentos, vemos en Cataluña una coalición de aquellos que están contra el Gobierno, contra el Estado, contra la Constitución, contra el capitalismo y contra la Unión Europea. Hay una confluencia de movimientos antisistema que impide distinguir quién es catalanista y quién no lo es. Me cuesta imaginar a los conservadores de CIU, más de derechas que el PP, durante mucho tiempo dirigidos por la CUP que sueña con una Corea del Norte en el sur de Europa.

Entre la ley y el derecho a decidir y la democracia, ¿queda espacio?

El derecho a decidir es de todos los españoles y sobre lo que es de todos los españoles, decidimos todos. Y la ley no se negocia. La democracia nace de la libertad, pero vive al amparo del Estado de Derecho.

¿ Qué es para usted el hecho diferencial catalán?

España es un país plural y los catalanes dentro de España se sienten españoles diferentes. Para mí significa que el catalán es tan español como el castellano.

¿ Volver a la primera reforma estatutaria es una solución?

No creo que se deba hablar de la política que se pueda hacer en el futuro mientras el pulso a la Constitución esté en marcha. Como no creí que fuera bueno negociar con Tejero, tampoco creo que sea bueno negociar con Puigdemont. La democracia no puede negociar con quienes quieren corromper la unidad de España.

¿Qué consecuencias tendría para España aplicar la vía del artículo 155?

El referéndum no se va a celebrar y lo que se celebre nadie en la UE lo va a reconocer. El día 1 habrá otra diada, pero de forma distinta, no habrá referéndum y Europa jamás va a reconocer lo que se quiera presentar como un referéndum que no cumple ninguno de los requisitos legales.

¿Y cómo se gestiona la frustración que quedará para mucha gente el día 2?

La frustración que pueda sentir la gente ese día es responsabilidad de los que prometieron lo que no podían conseguir, lo imposible; no de aquellos que han cumplido lo que la ley les manda.

¿Cómo se vive en la UE lo que está ocurriendo en España?

Allí tienen cuatro cosas claras: que es un asunto interno de España, que atacar a la Constitución de España es atacar la Constitución de Europa; que atacar la unidad de España es atacar la unidad de Europa; y cuatro: que si Cataluña u otro territorio se segrega, sale de la UE. Se pone a la cola por detrás de Serbia para volver a entrar. Y no puede entrar si un país lo veta y sale de la unión transfronteriza. Lo que quiere decir es que el día después hay que poner una frontera con alambres entre este país que se ha marchado y el resto de la UE.

Usted ha presentado una denuncia por vulneración de derechos fundamentales. ¿Qué medidas podría tomar la UE?

El Govern catalán ha hecho un censo con datos personales de cinco millones de personas sin tener ninguna habilitación jurídica. Traficar con datos es muy grave y lo hemos denunciado ante el organismo europeo y estoy convencido que habrá una investigación.

¿Qué consecuencias tendría para la Comunitat una Cataluña independiente?

Me sorprende lo irresponsables que son algunos cargos de Compromís que juegan con la independencia de Cataluña como si no le afectara a la Comunitat. Parecen más amigos de Cataluña que de València. Una Cataluña independiente separaría a València de la frontera de Francia y, por ejemplo, haría que el Corredor Mediterráneo tuviera que pasar por Zaragoza. Supondría tener una frontera en el norte de Castelló con un país que no pertenece a la UE ni a la unión aduanera. Cada vez que cruzáramos de Castelló a Tarragona tendríamos que sacar el pasaporte y los productos que vendiéramos en Cataluña deberían pagar impuestos.

El independentismo es minoritario en la Comunitat.¿Podría

haber efecto contagio?

En València, inconscientemente, muchos políticos de izquierda están jugando al independentismo catalán sin darse cuenta del daño que hacen a València y a sus intereses. València necesita una Cataluña dentro de la UE, entre otras cosas porque es nuestro camino hacia a Francia y a nuestro Corredor Mediterráneo. Juegan con fuego y nos pueden quemar a otros.

Isabel Bonig acusa también a Puig de seguir la hoja de ruta soberanista. ¿Comparte estas críticas al presidente del Consell?

Honestamente, creo que la posición de Ximo Puig es bien distinta a la de Compromís. No tengo nada que objetar a la actitud responsable del PSOE y creo que es irresponsable la actitud de Compromís.

Un campo de batalla es la política lingüística y educativa. Usted fue conseller de Educación e incluso sufrió a los suyos cuando anunció medidas para incrementar el uso del valenciano en la Generalitat. ¿Compadece aunque sea un poco a Marzà?

No, porque una cosa es defender el valenciano y otra cosa es ser fanático. Yo defiendo y quiero el valenciano, pero no soy un integrista. Las cosas se pueden dialogar y no imponer a sangre y fuego. Marzà tiene un programa de máximos que tiene mucho que ver con el independentismo catalán y está dispuesto a llevarlo a cabo cueste lo que cueste. Sospecho que tras la renuncia a construir nuevos colegios se esconde el deseo de acabar con la concertada.

¿ El PPCV se ha equivocado en fomentar el sentimiento anticatalanista?

Cataluña es nuestro principal competidor. Hay quienes sufren una especie de síndrome de Estocolmo y prefieren aliarse con Cataluña que competir con ella. A mí me gustaría ver una Comunitat fuerte que le hable de tú a tú a su competidor natural que es Cataluña y que no sienta ningún sentimiento de inferioridad. En muchos líderes de Compromís, su catalanismo obedece a un complejo de inferioridad.

¿ El problema valenciano es invisible ante el gran conflicto en Cataluña?

La financiación autonómica solo pueden arreglarla PP y PSOE sentándose juntos. Por lo tanto es absurdo que se manifiesten. La manifestación convocada por Puig solo beneficia a Compromís, él sabrá. Creo que PSOE y PP deben llegar a un pacto de Estado para cambiar la financiación y para conseguir un buen acuerdo, hay que hacer una buena negociación, no crear un problema valenciano. Eso de que el que no llora no mama, está bien para el refranero, pero es pueril para la política.

De Guindos ha puesto encima de la mesa la mejora de la financiación para Cataluña. ¿Los valencianos serán los paganos de este conflicto?

Insisto. Cuando se produce un delito, no se puede negociar.

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