¿Se evaporó el Mediterráneo hace cinco millones y medio de años? La controversia científica sobre la rapidez y magnitud de la crisis salina del Messiniense, el cambio medioambiental más extenso y brusco registrado en la Tierra del que se han hallado más evidencias geológicas, todavía sigue abierta. Un estudio internacional en el que participa el geofísico Daniel García-Castellanos, investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA) que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) tiene en Barcelona, apunta ahora que la desecación del Mare Nostrum fue más rápida de lo que se cree y el nivel del agua bajo un kilómetro en vertical en este mar entre tierras cuya profundidad media es de 1,6 km.

El estudio que lidera Pietro Sternai, de la Universidad de Ginebra y del que el García-Castellanos es uno de los coautores, destaca que reducción de la presión del agua sobre la litosfera por la desecación parcial fue tan rápida que provocó un repunte de la actividad volcánica en toda la cuenca.

La crisis salina del Messiniense

Hace entre 6 y 5,3 millones de años, la época en que la que aparecieron los primeros homínidos en el centro y sur de África, tuvo lugar la llamada crisis de salinidad del Messiniense. Durante 700.000 años, un breve lapso de tiempo a escala geológica, el Mediterráneo quedó aislado del Atlántico debido al levantamiento tectónico de las cordilleras bética y rifeña.

Por aquel entonces la configuración de la cuenca mediterránea era muy similar a la actual. El Atlántico aporta al Mediterráneo a través del Estrecho de Gibraltar un caudal de 70.000 m3/s , unas cuarenta cataratas del Niágara. Sin este flujo el mar interior es inviable, ya que la evaporación es mayor que el agua que recibe de los ríos que mueren en él, por lo que se calcula que el nivel del mar bajaría un metro cada año.

Este proceso provocó la desecación y transformación de este mar en una gran salina. Los sondeos de las zonas más profundas del Mediterráneo, en la parte oriental que va desde Sicilia a Israel, han detectado capas salinas de hasta dos kilómetros de espesor, consecuencia de esos ciclos de intensa evaporación. Se estima que lo más profundo del Mediterráneo yace desde entonces el 10 % de la sal de los océanos.

No obstante, los científicos no se han puesto aún de acuerdo sobre si hubo una desecación parcial del Mediterráneo, provocando dicha acumulación de sal tan intensa o si, por el contrario, se comportó como una enorme salina con comunicación constante con el Atlántico y sin sufrir una bajada significativa de su nivel. García-Castellanos destaca que este nuevo estudio «no va a resolver la discusión» sobre la magnitud de la evaporación del Mediterráneo, pero si que supone «una nueva herramienta a valorar».

El geofísico del ICTJA-CSIC apunta que «un descenso del nivel del mar de alrededor de un kilómetro podría explicar ese pico de actividad volcánica como resultado de la descompresión inducida en la litosfera terrestre por la reducción extrema del peso del mar». Tal descompresión conlleva un aumento de la actividad volcánica, dado que el magma acumulado en la corteza y el manto superior se hace más fluido y se abre paso más fácilmente hacia la superficie.

«Nuestra interpretación es que ese pico de la actividad volcánica está relacionado con la desecación parcial, geológicamente rápida, del Mediterráneo hace 5 millones y medio de años, con un descenso del nivel del mar de alrededor de un kilómetro», destaca. Para validar la hipótesis, los científicos han utilizado un modelo numérico que permite simular el incremento de la producción y actividad magmática en función de la reducción de la presión sobre el manto terrestre.

Además, han comparado las dataciones de rocas volcánicas de la cuenca mediterránea con la edad de las sales del Mediterráneo generados durante la crisis del Messiniense. La coincidencia temporal entre ambos fenómenos, junto con los modelos que simulan los procesos magmáticos, apuntan a una relación causal.

La «madre» de las inundaciones

García-Castellanos publicó en 2009 otro estudio, del que también se hizo eco Levante-EMV, en el que la desecación del Mediterráneo terminó bruscamente hace 5,3 millones de años con un nuevo movimiento tectónico que volvió a hundir el arco de Gibraltar. La reapertura desencadeno la mayor y más brusca inundación que ha conocido nunca la Tierra. Un flujo con un caudal que llegó a ser mil veces superior al Amazonas llenó el Mediterráneo en dos años un ritmo de10 metros diarios de subida del nivel del mar. Un canal de 200 km desde el Golfo de Cádiz al Mar de Alborán escavado en el lecho marino, con 10 km de ancho y 500 m de hondo, yace bajo las aguas como testigo mudo de aquel enorme flujo de agua.

Geografía del Arco de Gibraltar al inicio de la Crisis Salina del Messiniense (el periodo de incomunicación del Mediterráneo con el Océano Atlántico). Según la interpretación de Garcia-Castellanos y Villaseñor (2011, Nature), en el sur de la Peninsula Ibérica, a unos 100 km de profundidad, un pedazo de la litosfera se desprendió de la corteza terrestre y debido a su mayor densidad se hundió en el manto terrestre. Como resultado, el sur de Iberia se levantó y los estrechos que comunicaban ambos mares quedaron clausurados. Este levantamiento tuvo que competir con la erosión producida por la entrada de agua Atlántica, lo que explicaría la enorme cantidad de sal que se acumuló en el fondo del Mediterrráneo. Una vez clausurada esa entrada por completo, el clima árido del Mediterráneo produjo un descenso rápido de su nivel, al faltar el aporte de agua oceánica. El animador-texturizador-modelador Manolo Mantero, ha recreado en vídeo (mediante animación 3D) la geografía del Arco de Gibraltar y del Mediterráneo durante los eventos de la Crisis Salina del Messiniense, hace unos 6 millones de años. Este video recrea una interpretación publicada en la revista científica Nature, pero no todo lo que muestra forma parte de momento de un consenso entre especialistas