Entre las banderas de la Comunitat Valenciana y la de España, ayer se coló una de Estados Unidos en el aeropuerto de Manises. Esta era una muestra más del agradecimiento que la familia de Germán del Valle tiene con la Armada estadounidense tras rescatar al valenciano de la isla de Dominica al quedar atrapado allí por el paso del huracán María.

Entre la decena de familiares que esperaban con ansia la llegada de Germán, se encontraba Pilar, la madre del recién llegado. Antes de ver a su hijo, la mujer parecía calmada: «Soy una persona que me controlo bastante», aseguraba.

No obstante, nada más reconocer la figura de su hijo, su cuerpo no pudo contenerse más y comenzó a temblar. Y es que había pasado casi una semana sin conocer el paradero de su hijo tras el paso de un huracán de nivel cinco.

El ingeniero Germán del Valle aseguraba que, al encontrarse refugiado en un edificio fuerte y de hormigón, el paso de «María» no fue lo que más le preocupó. «Lo peor fue el día después, cuando nos levantamos y vimos que, de lo del día anterior, ya no quedaba nada», añadía.

Sin embargo, reconoce que el miércoles fue el peor día tras el pasó de «María». «El martes estábamos bastante eufóricos porque habíamos sobrevivido todos al paso del ciclón. El miércoles, sin embargo, fue un día más complicado para todos, pues empezamos a preguntarnos cómo podríamos salir de allí. Las carreteras estaban cortadas y las gasolineras cerradas», lamenta.

Afortunadamente, el jueves Germán consiguió un contacto para, finalmente, poder viajar el sábado a Ross University, en Portsmouth, donde hablaron con un mayor del ejército, quien les facilitó el contacto de una mujer del departamento de estado de EE UU, quien hizo las gestiones necesarias para conseguir sacar a todos los que habían quedado atrapados de la isla, pues, junto a él, rescataron a otras quince personas más. Entre ellos, se encontraba un compañero suyo de trabajo de la India.

«Estuve tranquilo desde el principio, porque sabía que era cuestión de días que encontrásemos una solución. Lo que me preocupaba era lo inquieta que pudiese estar mi familia sobre mi paradero», relata.

El ingeniero asegura que volverá a la isla para comenzar de nuevo la construcción del hotel que estaba ejectuando en Dominica y que el paso de «María» destrozó.