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Salud

El segundo comisionado de Montón en la Ribera abandona a los siete meses

Enguix alega «motivos personales» en la recta final del rescate del hospital y Sanidad busca relevo para el cargo a medio año de que concluya la reversión

El avispero en el que se ha convertido el departamento de salud de la Ribera desde que el Consell anunció el rescate de la concesión se ha cobrado ya, por motivos diferentes, el segundo comisionado del mandato de Carmen Montón. La salida de Antonio Enguix no se ha hecho efectiva, aunque está hablada y asumida por la Conselleria de Sanidad. Se producirá en unos días.

Enguix, economista y funcionario de carrera en el Ayuntamiento de Gandia, apenas ha estado en el cargo siete meses. Llegó para sustituir a José Sanfeliu, el primer comisionado del nuevo Consell del Botànic, quien tuvo que dejar precipitadamente el cargo tras hacerse pública una grabación en la que prometía «que se colocaría a familiares, amigos y conocidos» sin trabajo.

Sanfeliu, auditor de profesión, matizó después que sus palabras estaban sacadas de contexto y que él se refería a que estaba prevista convocar una bolsa de trabajo para el área de la Ribera.

El escándalo, sin embargo, le obligó a renunciar y la conselleria pensó en Enguix como sustituto. Hace ya algunas semanas que el funcionario decidió irse y así se lo ha comunicado a la conselleria, que busca ya sustituto. Incluso se ha despedido del personal.

Fuentes de la conselleria mantuvieron que es un cese a peticón propia «por motivos personales». No obstante, la salida se produce en un contexto de agrio enfrentamiento entre la conelleria y la empresa concesionaria, que se resiste, con todos los medios jurídicos a su alcance, a dejar el servicio que presta desde hace casi veinte años.

El rescate de la Ribera es una cuestión decidida políticamente. Sin ir más lejos, en el último debate de Política General, el presidente Ximo Puig reafirmó su decisión, conocida por activa y por pasiva, de acabar con la gestión privada. Icluso anunció nuevos rescates en otros hospitales y un plan de inversión para el área de la Ribera.

De hecho, el trámite para recuperar la gestión del hospital para el ámbito público ya se ha iniciado. La gerencia ha pedido una prórroga, pero los planes de la conselleria son que el día 1 de abril de 2108 el rescate sea una realidad.

Fuentes de la conselleria mantuvieron ayer que la salida de Enguix no será un problema porque el comisionado trabaja en equipo y este ha sido reforzado. A diferencia de San Feliu, que tuvo un papel más proactivo, Enguix ha mantenido un perfil más bajo.

Con todo, resulta un revés ya que queda exactamente medio año para el rescate. El comisionado es la persona encargada de controlar a la empresa concesionaria para que su gestión sea la adecuada, una labor crucial en un momento de enfrentamiento abierto.

Cabe apuntar que tras el cambio de gobierno en mayo de 2015, Montón tuvo problemas para encontrar un perfil adecuado para este puesto. De hecho, tardó cinco meses en conseguir alguien para ocupar esa plaza. San Feliu fue nombrado en noviembre del 2015 y salió en enero de 2017.

Ya en los últimos tiempos del PP, con Alberto Fabra de presidente de la Generalitat, la figura del comisionado se caracterizó por la inestabilidad con tres nombramientos en apenas tres años. El perfil de estos cargos era claramente político (concejales), aunque con formación médica.

La salida de Enguix añade más incertidumbre a un proceso complicado y a las dudas de cómo la Generalitat asumirá la plantilla, señalada en la ley de acompañamiento como «personal a extinguir»

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