Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Alim Louis Benabid: "Trabajo en un nuevo tratamiento que detiene el párkinson"

«No dije ¡Eureka! cuando al aplicar el electrodo los temblores cesaron, pero podría haberlo hecho» - «La estimulación con una luz infrarroja estabiliza la enfermedad», asegura el neurocirujano francés

Alim Louis Benabid: "Trabajo en un nuevo tratamiento que detiene el párkinson"

Hace ya treinta años (1987) que aplicó estímulos eléctricos para parar el temblor asociado al párkinson, ¿cuántos pacientes se han beneficiado de esta técnica?

No lo sé, no existe ningún registro oficial. Las últimas cifras de la estimulación cerebral profunda (en adelante, DBS, por sus siglas en inglés) hablan de varios cientos de miles de personas intervenidas. Y en estos momentos esta técnica se está extendiendo por el sudeste asiático. En China, Corea del Sur, Japón o Taiwán ya usan el método y operan a miles de personas. En algunos servicios médicos de hospitales de Beijing (Pekín) operan a doscientos pacientes cada año con esta técnica. Y lo mismo ocurre en las principales ciudades del país. Se trata de una buena práctica que ya usan casi todos los médicos.

¿Qué otras soluciones hay actualmente para esta enfermedad?

La solución principal es la prescripción de medicamentos agonistas como la levodopa. Estos fármacos son el primer tratamiento al que un paciente con párkinson debe someterse antes de la estimulación eléctrica porque muchas personas responden muy bien con ellos.

¿Y la estimulación eléctrica? ¿Para quién?

Para los pacientes que se encuentran en la fase más avanzada de la enfermedad y la medicación no les resulta efectiva o les provoca efectos secundarios como movimientos anormales. La estimulación eléctrica se podría aplicar a entre un 10% y un 15 % de los enfermos con párkinson.

¿Qué efectos no deseados pueden darse con esta estimulación?

Si la técnica no se realiza de forma satisfactoria, si no se coloca el electrodo en el lugar correcto del cerebro, puede ocasionar hormigueos y problemas sensoriales en el paciente. Otra complicación puede ser alguna infección.

¿Qué otras patologías pueden ser abordadas con esta estimulación cerebral?

Las distonías (contracciones musculares que pueden ser permanentes o desencadenarse al efectuar determinados movimientos). Con los niños que tienen problemas para andar y movimientos distorsionados se consiguen muy buenos resultados con esta técnica, aparte de que es el único tratamiento disponible.

¿Qué otras patologías son abordables con la DBS?

Los trastornos mentales, la depresión, los trastornos obsesivos compulsivos, el síndrome de Tourette y trastornos de la alimentación como la obesidad y la anorexia. En Asia también se está usando para tratar adicciones, fundamentalmente las provocadas por el consumo de morfina y heroína.

Antes de que a finales de los ochenta hiciera este hallazgo, ¿qué opciones tenían los pacientes con esta enfermedad?

La medicación, que muchas veces se prescribía con resultados insatisfactorios. Muchas de las personas tratadas con la DBS llevaban diez o quince años tomando la medicación.

Francia y España son de los pocos países en los que la sanidad pública ofrece esta terapia. ¿Por qué?

Por la carestía del tratamiento. Los sistemas de la seguridad social son difíciles de gestionar.

¿Cuál es su coste?

La intervención intracraneal es sencilla. Lo caro es el dispositivo similar a un marcapasos que se coloca en el pecho del paciente para suministrarle los impulsos eléctricos continuamente. El precio de este dispositivo asciende a 17.000 euros. A esto hay que añadir el coste de la intervención y de la posterior hospitalización del paciente. Es caro pero los resultados son muy buenos. Algunos enfermos pueden volver a llevar una vida normal, tanto familiar como laboral.

¿Requiere mantenimiento?

Una vez instalado hay que hacer un seguimiento para ajustar el voltaje y los parámetros y en cinco o siete años el dispositivo debe ser reemplazado, aunque hoy en día ya los fabrican con posibilidad de recarga.

¿Gritó ¡Eureka! al conseguir detener el temblor tras aplicar el estímulo eléctrico a su paciente en aquel lejano 1987?

Podía haberlo gritado cuando los temblores cesaron, pero no lo hice. Es un buen ejemplo de lo que se consigue por azar. Encuentras una solución que no esperabas pero para la que tu mente ya estaba preparada. Haciendo pruebas de alta frecuencia durante la cirugía observamos que se detenía el temblor.

¿Cuál es el futuro de los tratamientos para el párkinson?

Todavía no tenemos resultados en humanos, vamos a empezar los ensayos clínicos. Se trata de un nuevo método que ya hemos observado que funciona con los monos. No se trata de una estimulación eléctrica sino de una estimulación mediante una luz infrarroja que también requiere una intervención intracraneal. Se trata de un nuevo tratamiento que detiene la evolución de la enfermedad. Y en este caso vamos a operar de manera precoz, antes de suministrar la medicación. Hemos comprobado que en algunos casos se estabiliza el párkinson, no hay aumento de los síntomas y se mantiene la estabilidad.

Compartir el artículo

stats