Remando contracorriente. Así se sienten muchas mujeres cuando de conciliar vida personal y laboral se trata. El difícil binomio de ser mujer y profesional en un mundo que hasta hace pocas décadas ha estado dominado por los hombres (y lo sigue estando en según qué ámbitos) se vuelve casi imposible cuando entra en escena un tercer factor: la maternidad.

Cuestiones como el esfuerzo de tener que demostrar el doble en el trabajo, la «falsedad» que se esconde tras el término conciliación y el hacia donde debe de remar la sociedad para superar la situación centraron este viernes el debate Mujeres de Hoy que organizó Levante-EMV. El Bastard Coffee (C/Leandro de Saralegui, nº 1) acogió el encuentro que reunió a siete valencianas de muy diferentes ámbitos profesionales, todas en un momento dulce de su carrera y con las ideas claras en cuanto a lo que supone ser mujer, tener unos sueños laborales por cumplir y pensar siquiera en crear una familia.

«Ser madre hoy en España es renunciar»

«Se habla de conciliación cuando lo que se hace es renunciar. Se te exige que seas muy profesional y que además tengas una maternidad 100 % activa y que no se te note». La frase es de la actriz valenciana Iris Lezcano, conocida por series de televisión como «Sin tetas no hay paraíso» o «L´Alqueria Blanca», pero resume el pensamiento que, con pocos matices, compartieron sus compañeras de debate.

Un choque de trenes en toda regla también para Rakel Cernicharo, propietaria del restaurante Karak y ganadora del talent-show de cocina Top Chef 2017. «Profesión o familia son dos ámbitos totalmente excluyentes para mí», reconoció: «Mi proyecto es muy personal y no es tan fácil como contratar a otra persona para hacerlo. Es una decisión muy dura renunciar pero ...», reveló.

Quien ya había transitado el camino de la maternidad y puso su experiencia personal sobre la mesa fue la bloguera María Blasco, responsable de «Rojo Valentino» y madre de un pequeño de 15 meses. «Ser madre hoy en España es renunciar», sentenció acogiéndose a su propia experiencia personal. Para ella y pese a los avances ganados a pulso por las mujeres, la corresponsabilidad en la pareja nunca iba a ser tal hasta que las bajas laborales entre hombres y mujeres se equipararan.

La más joven en el encuentro, la periodista y coordinadora de prensa de Ciudadanos en la CV, Raquel Miralles, reivindicó que, frente a la visión «única» que ha imperado en la sociedad, «no hace falta que seamos madres para ser felices», al tiempo que enfrentó los datos de renuncias a una carrera profesional de madres y de padres: «de un 30-40 % frente a un 1 %» para dar cuenta de una conciliación que no lo es tal en la realidad del día a día.

De renuncias y de demostrar el triple solo por ser mujer dio cuenta Raquel Landin, atleta, coach y con su propio Club de Atletismo desde 2014 además de novelista. «En el mundo del deporte todo es más complicado siendo mujer porque hay mucho machismo y con la maternidad mucho más».

Para Susana Remohí, directora de Levante-TV, 97.7 Radio y hasta hace unas fechas responsable de comunicación nacional de IVI RMA Global, maternidad y profesión no tenían por qué ser mundos aparte. De hecho, para ella la preserva de óvulos hace unos años le había dado «una tranquilidad personal que no pensaba» al saber que, si llega el momento de apostar por ser madre iba a contar «con óvulos de calidad porque se habla poco de ello pero a partir de los 35 años la reserva ovárica cae».

«Las madres son mujeres valientes»

Para Sandra Gómez, abogada y primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de València, soluciones médicas como la preserva eran una opción pero también una «patada adelante» al problema de la maternidad. «Nosotros estamos trabajando por las escuelas infantiles públicas» recordó, como una de las ayudas para este «problema de especial intensidad en España. Debemos poder ser madres sin lastrar nuestra carrera», comentó. Según la política, la resolución a este problema debía pasar sí o sí por un «cambio en la estructura social» porque «nosotras hemos avanzado pero no la sociedad» algo que consideraba totalmente «injusto».

Raquel Miralles, pidió, también recortar los tiempos en los procesos de adopción y más ayudas desde la administración para aquellas mujeres que sí han apostado por mantener carrera y familia, «las madres son mujeres valientes a las que el gobierno debería apoyar más porque los niños son del mundo», ahondó Iris Lezcano.

Todas reclamaron más compromiso por parte de las diferentes administraciones pero también del resto de agentes ya que, nada iba a cambiar de cara a próximas generaciones si no se trabajaba también en la educación.

«Yo trabajo en el Centro de Tecnificación de Cheste con chicas desde los 12 años y veo que están centradas no en tener una familia sino en sus estudios, en emprender pero lo veo complicado», si las condiciones que imperan hoy por hoy en relación a la mujer trabajadora «no cambian», apuntó Landin. «Nosotras sí nos hemos empoderado pero hay que educar más en nuevas masculinidades. Falta mucho y eso determinará la situación para las próximas generaciones de mujeres», resumió Sandra Gómez.