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Meteorología

En alerta contra la gota fría

La dirección general del Agua invierte 46 millones para evitar inundaciones en zonas urbanas

En alerta contra la gota fría

Hoy llega el mes de octubre y con él, el temor a la gota fría. Lluvias torrenciales que llenan de agua la Comunitat Valenciana, amenazan con inundaciones a lo largo de todo el territorio. La disposición del relieve valenciano hace que su suelo sea el que más riesgo corre de ser anegados, tanto que el Reglamento de Dominio Hidráulico Público elaborado en diciembre por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) impedía la construcción en gran parte de la superficie valenciana. No es así con el Patricova, plan de acción territorial de prevención del riesgo de inundación diseñado por la Generalitat, que a diferencia del proyecto estatal abarca mucho menos espacio territorial con peligro de anegamiento. Aún así, hay 286.424 hectáreas señaladas dentro del Patricova que serían sensibles ante un posible aumento de los caudales de los ríos.

Para luchar contra estas posibles inundaciones, en la Comunitat Valenciana se realizan varias acciones con el fin de que el curso del agua siga su camino sin crear molestias a los ciudadanos. En los cascos urbanos, la competencia es de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, concretamente de la dirección general del Agua, que comanda Manuel Aldeguer, interviniendo en infraestructuras hidráulicas. Fuera de suelo urbano, la Conferencia Hidrográfica del Júcar (CHJ) es la encargada de realizar las obras necesarias para el libre flujo de los agua en los ríos de gran parte del territorio valenciano. Estas dos instituciones se complementan con las actuaciones preventivas de la dirección general de Emergencias de Generalitat.

Desde la dirección general del Agua cuentan con técnicos propios que están especializados y con la titulación adecuada que se encargan de intervenir cada año en las diversas actuaciones requeridas para actuar contra las inundaciones en materia de infraestructuras hidráulicas. Aunque no solo actúan en tareas de planificación, sino que también en la ejecución de los equipamientos así como, en casos de emergencias a causa de las intensas lluvias que pueden caer en la Comunidad Valenciana.

Pero este equipo de técnicos en ocasiones puede no ser suficiente, por lo que equipo directivo puede complementar estos grupos de trabajo con empleados de Vaersa y Tragsa, si las circunstancias así lo propician. Además, cuentan con una colaboración bilateral con la Dirección General de Emergencias con el fin de afrontar y prevenir situaciones de riesgo determinadas.

Las canalizaciones, líderes

Entre los trabajos realizadas por la dirección general del Agua hay de diversa índole. Las obras más numerosas son la canalización de pluviales, un total de trece, municipios se han aprovechado de estas ayudas. Concentaina, el casco histórico de Silla, Almoradí, Alzira, Manuel, Novelda, Oliva, Rocafort, San Isidro, Titaguas y València han podido reformar sus desagües para facilitar el filtro del agua. Además de las pluviales, en Bocairent también hay que añadir obras de canalización de residuales, mientras que en Redovan solo tienen planteado el estudio, y en Catadau, Algorfa, el camino a la Mar de Puçol y la Pobla de Vallbona ya marchan por el proyecto, además que la localidad de Camp de Túria tiene planificada una balsa de laminación. La suma de todas estas operaciones resulta una inversión de 7.789.085 de euros.

Otra de las tareas desde Generalitat Valenciana son los encauzamientos de barrancos urbanos. El Puig y Puçol, de manera compartida; Silla, en su cuarta fase, Vila-real; el barranco de Mandor en l´Eliana; y el barranco dels Frares, en su primera fase en Godella y Rocafort, y en segunda fase en Burjassot, son los enclaves cuyos cauces han sido remodelados. Pero no solo se actúa en terreno virgen de obra, también hay mejoras como en el barranco del parque forestal Monte Orgegia de Alicante. El coste de estas infraestructuras asciende a 38.563.434 euros.

Por último, la conselleria ha invertido 390.308 euros en los cauces de Picanya y Lorcha con una actuación medioambiental. También se ha trabajado en Canals con un estudio hidrológico del municipio y su entorno.

Todas estas medidas de prevención a las inundaciones suponen un pago de 46.742.827 euros distribuidos por la dirección general del agua.

Más de 50.000 km para actuar

Fuera de los tramos urbanos, la que manda es la Conferencia Hidrográfica del Júcar. Con una actuación regular a lo largo del año con el Programa de Conservación de Cauces, este es el organismo del que depende toda la demarcación hidrográfica. Una labor que se incrementa en verano, aunque los primeros meses del año trabaja en la remodelación de desperfectos de los cauces afectados por las lluvias invernales.

La CHJ abarca a cerca de 50.000 kilómetros y esto hace que tengan que priorizar sobre los tramos a reparar gracias a las inspecciones de los servicios encargados o las peticiones de intervención de los ayuntamientos.

Para escoger donde actuar se tiene en cuenta el grado de intervención en ejercicios previos; la constatación de una urgencia manifiesta por riesgo de producción de daños y su posible ocurrencia anterior; la proximidad de núcleos urbanos o viviendas aisladas, así como de infraestructuras viarias o hidráulicas; la tipología y complejidad de los trabajos necesarios; el coste de las obras y que haya algún tipo de régimen de protección animal.

El fin de las actuaciones de la CHJ es poder compatibilizar la garantía de la capacidad de desagüe de los cauces frente a avenidas ordinarias con el mantenimiento de los valores ambientales existentes en los tramos trabajados. Estas tareas suelen consistir en desbroces selectivos, eliminando la vegetación autóctona; y la regularización morfológica del cauce con la retirada de los obstáculos, aumentando el desagüe, recuperando las riberas y consolidando las motas de protección.

Una de las obras más importantes de la CHJ está en el nuevo cauce del rio Túria. Las actuaciones dentro del Plan Sur de València suponen un coste de 440.000 euros para tareas de conservación y mantenimiento en un tramo de 6,5 kilómetros que afecta a los terminos de Quart de Poblet, Mislata, Xirivella y València. Estas obras se encuentran casi al final de su fase inicial, desde el puente de Xirivella sobre la A-3 hasta el azud del Repartiment en Quart de Poblet. Se está eliminando el arbolado presente en el lecho, primero desbrozando la parte aérea y después tratando los rebrotes. El Ayuntamiento de València, a través de su alcalde Joan Ribó, considera que estos trabajos llegan tarde -se llevan reclamando dos años- y son escasos porque el nuevo cauce está «inundado» de vegetación. En Manises también se ha criticado a la CHJ porque no se actúa en su municipio y el cauce está lleno de cañas y otras hierbas.

En la provincia de Alicante, la CHJ ha ejecutado obras de recuperación de la capacidad natural de desagüe, de eliminación de especies alóctonas invasoras y de rápido crecimiento y se han reparado los daños que había en los cauces, márgenes y zonas asociadas de los ríos Agres, Algar, Bolulla, Gallinera, Girona, Guadalest, Molina, Penáguila, Serpis, Verde, Vernissa, Vinalopó y Xaló. Todos estos trabajos supusieron un desembolso de 1.160.000 euros. Entre todos los torrentes citados, cabe señalar la del cauce del río Girona en el término de Els Poblets por los daños causados por los temporales de invierno.

Reparación de roturas, descalces y deslizamientos, eliminación de tapones y obstrucciones, retirada de acumulaciones de arrastres, erosiones en lecho y taludes, reparación de los daños en la vegetación de ribera con caídas en el cauce y precariedad posterior son algunas de las tareas que la CHJ realiza con maquinaria mientras haya maniobrabilidad y accesibilidad; y en tramos escabrosos de manera manual, donde se añaden las faenas de los desbroces selectivos.

Emergencias ya está preparada

Con 136 municipios de la Comunitat Valenciana en peligro de inundación (48 en alto riesgo y 88 de riesgo medio), en la Agencia de Seguridad y Respuestas a las Emergencias tienen que estar preparados. Para ello, todas estas localidades están obligadas a elaborar su propio Plan de Actuación Municipal (PAM), aunque solo 22 de ellas disponen del mismo. Estos son Alaquàs, Alboraia, l´Alfàs del Pi, Benicarló, Benicàssim, Beniparrell, Borriana, Canet d´En Berenguer, Càrcer, Cotes, Massanassa, Mislata, Nules, Oliva, Ondara, Orihuela, Palmera, Paterna, Ribaroja de Túria, El Verger, La Vila Joiosa y Xirivella, mientras que Catarroja, Les Alqueríes y Moncofa lo tienen elaborado pero no ejecutado. También existe un plan territorial que abarca 65 municipios.

Estas tres instituciones son las principales a la hora de evitar las inundaciones procedentes de las lluvias de la gota fría. Un hecho que no está previsto que pase en octubre según dijo Agencia Estatal de Meteorología, pero del que habría que estar preparados a partir de noviembre, y la Comunitat Valenciana al menos está prevenida.

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