El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se ha declarado decepcionado con los discursos de los mandatarios de España y Cataluña tras la jornada de ayer, que ha calificado como "el mayor fracaso de la política en toda la democracia".

Puig ha llamado al diálogo con urgencia. Es cuestión de horas, no de días, ha dicho. Es la solución que ha ofrecido ante la posible declaración unilateral de independencia de Cataluña y la reacción mediante la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Es tiempo de convencer y no de vencer, ha resumido en su participación esta mañana en una conferencia en València en Nueva Economía Fórum.

"Si no son capaces de dialogar, los principales actores deben apartarse en Cataluña y España", ha señalado en referencia a Mariano Rajoy y Carles Puigdemont. "No me gustaron los discursos de anoche, cada uno parapetado en su guion", ha afirmado.

El líder de los socialistas valencianos ha expuesto una estrategia ante la compleja situación en España. Estado federal y policentrismo han sido sus recetas ante el "inmovilismo" del Gobierno frente al problema catalán.

"El día 2 es punto de partida, no de llegada", ha señalado. "El Estado de las autonomías hay que articularlo en el siglo XXI para que sea efectivo como federal. El inmovilismo está agotado", ha subrayado.

Según el líder del PSPV, ayer, "perdimos todos", en referencia a los sucesos durante el referéndum unilateral. "La violencia nunca es la solución", ha reiterado en varias ocasiones, al tiempo que ha admitido que ayer "la fractura se hizo más grande", entre catalanes, entre Cataluña y Madrid, y entre instituciones. Y para superarlo "lo primero es hablar". Una agenda territorial, ha propuesto, porque "no se puede afrontar Cataluña sin la crisis territorial en su conjunto".

Para Puig, la solución pasa por "acelerar las reformas de sistema autonómico, con todos los cambios que se requieran". El jefe del Consell ha puesto encima de la mes "tres puentes de alta velocidad para superar la crisis". Se trara de una mesa de diálogo con Cataluña, una comisión de reforma de constitución y de reforma territorial, y de impulsar de inmediato reforma de sistema de financiación. Este último puente debería ser el primero en el tiempo, en su opinión.

Puig ha sugerido que en el necesario diálogo entre Madrid y Barcelona se tome como base el Estatut impugnado ante el Constitucional. "Es el último espacio de acuerdo y parece razonable empezar por donde todo empezó a romperse".