El corredor mediterráneo es una entelequia de Tarragona hacia el sur. Una retahíla de tramos congestionados y de ancho ibérico en la Comunitat Valenciana, aderezada con las líneas de alta velocidad que sí conectan València y Alicante con Madrid en tiempo récord.

Un trayecto de vía sin electrificar en Murcia y una quimera en Almería, Granada y Cádiz sólo visible en los «power point» que tanto gustaba citar la anterior ministra de Fomento, Ana Pastor. Un escenario de cartón piedra, como las dos vías de ancho ibérico e internacional que ayer exhibía la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) en el cuarto acto que organiza a favor del corredor mediterráneo para que el Gobierno central tome nota del apoyo que ha recabado esta infraestructura en la sociedad civil .

El escenario elegido para el nuevo acto reivindicativo a favor del corredor mediterráneo fue el pabellón ferial de Ifema, en Madrid, donde AVE exhibió músculo empresarial y civil y demostró el poder de convocatoria que ostenta al reunir a más de dos mil empresarios de todo el arco mediterráneo y «de toda Europa», según fuentes de la organización.

En los parlamentos del acto de clausura hubo voces críticas y mensajes esperanzadores. Y la sombra de los últimos acontecimientos en Cataluña en todos los parlamentos. Entre los primeros, la intervención de Juan Rosell (CEOE) quien se preguntó en voz alta «¿Cómo pueden ser que no lo hayamos solucionado durante años? La CEOE quiere el corredor mediterráneo», reivindicó al tiempo que reclamaba «frente a problemas, soluciones, porque el corredor mediterráneo es imprescindible para las personas y las mercancías. Y después de las inversiones vienen los puestos de trabajo», defendió.

También reivindicó una mayor presencia del ferrocarril en el transporte de mercancías Javier Vega, de Seoane DKV y del Círculo de Empresarios, quien criticó que «tenemos un fallo en el transporte por ferrocarril: frente al 18 % europeo en España sólo viaja en ferrocarril el 4 % de las mercancías». Por ello defendió que el corredor mediterráneo es un «proyecto necesario desde la competitividad industrial».

Entre los mensajes esperanzadores, con tintes reivindicativos el del presidente de AVE, Vicente Boluda, que definió la infraestructura ferroviaria como «un síntoma de la sociedad madura y avanzada. Un eje clave en nuestro país y vertebrador, porque conectar el territorio es la mejor manera de vertebrar nuestro país. Además de potenciar el turismo y la industria que han ayudado a superar la crisis económica». A preguntas de los periodistas, el empresario Juan Roig también defendió que «lo mejor para España es que haya además de una España radial, una España circular».

Ante la catarata de reivindicaciones, había mucha expectativa ante la intervención del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, de quien se esperaba algún «anuncio» esperanzador que subiera la moral ferroviario-mediterránea. De la Serna no sacó ninguna licitación sorpresa de la chistera. Pero sí ofreció palabras cargadas de buenas intenciones para aplacar la oleada reivindicativa empresarial.

«El corredor mediterráneo es un proyecto de clarísimo interés estratégico y una infraestructura enormemente necesaria para el país porque servirá de motor en las próximas décadas». El ministro reiteró que no habrá trabas presupuestarias para el corredor mediterráneo, aunque, por ahora, sus hechos no van más allá de los estudios informativos, los convenios y la planificación. Eso sí, según De la Serna «todos los tramos [del eje mediterráneo] se encuentran en la agenda del ministerio o en la de Adif».

Queda mucho trabajo por hacer y ejecutar. «7.000 millones», según los datos facilitados por el titular de Fomento. Una tarea para la que pidió la «ayuda del sector empresarial para explicar las cosas, porque lo hacéis muy bien». Aunque también lanzó una puya mal disimulada: «Cuando uno manipula la realidad con mitos falsos termina generando una realidad paralela [aseguró en clara alusión a Cataluña]. En el corredor mediterráneo a veces también pasan cosas de ese estilo».

A Cataluña también se refirió Juan Roig, quien se mostró "muy asustado y preocupado" por la situación y pidió a los políticos que "solucionen este problema" a través del "diálogo y el entendimiento.

Además de los anteriores asistentes, también mostraron su apoyo al eje mediterráneo bajo el lema «quiero corredor» que logró ser tendencia en las redes sociales, los empresarios Fernando Roig, Federico Félix, el presidente de la CEV, Salvador Navarro, Emili Villaescusa; el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri; Héctor Colonques del grupo Porcelanosa, Federico Moliner, Antonio Mayor (Hosbec) y Antonio Arias (Vectalia), además de Francisco Javier Moll, presidente de Prensa Ibérica, editora de Levante-EMV.